Deporte Nacional

Gisela Morales una de las promesas de la delegación nacional en Toronto 2015

Aunque es considerada la mejor nadadora guatemalteca de la historia, Gisela Morales confiesa con un toque de orgullo que, como cuando era niña, algunas mañanas traga agua en la piscina.

“A veces se me pasa el agua, basta una descoordinación en un entrenamiento de estilo mariposa y me ocurre, pero hay más, de vez en cuando olvido los lentes o la ropa interior”, asegura Morales, una mujer de 27 años considerada como una de las esperanzas guatemaltecas de medalla en los Panamericanos de Toronto.

Gisela ganó dos bronces en la justa continental de Santo Domingo 2003, en 100 y 200 metros espalda, suma siete oros en Juegos Centroamericanos y cuatro en los que incluyen a los países del Caribe. Pero como si fuera novata, en Toronto ha mostrado la veta infantil.

“Ian cumplirá tres años en agosto y su llegada me cambió la vida; es curioso, después de convertirme en mamá me siento más veloz, hago cuatro sesiones de pesas a la semana en lugar de dos y estoy más fuerte”, confiesa.

Es una rubia de 1,80 metros que a los 27 años mantiene la dentadura perfecta y parece decir cosas con sus ojos, del mismo azul del cielo de Toronto en los días soleados. No descarta ganar una medalla en los Juegos, sin embargo habla más de su lado humano.

“Estos Panamericanos son una experiencia diferente, reparto mi tiempo entre mi hijo, los entrenamientos y mi academia de natación; estos años han sido difíciles, pero demasiado lindos”, asegura.

La deportista centroamericana ha llegado a Toronto con metas claras: quiere hacer 1:00.25 minutos en los 100 metros espalda, y 2:10 en 200. Con eso se clasificará a los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro y como consecuencia estará cerca de las medallas.

“Se ve duro el reto, las rivales serán de nivel. Además de las estadounidenses, canadienses y brasileñas, hay que contar con la colombiana Carolina Colorado y con la mexicana Fernanda González”, reconoce.

Con Colorado y González se ha enfrentado desde muy joven porque son de la misma generación, son sus amigas, aunque tiene una relación más estrecha con la colombiana.

El torneo de natación de los Panamericanos arrancará el próximo martes y Morales nadará los 200 metros el miércoles 15 y los 100 el viernes 17. “Me entrené mejor para el 100, sin embargo he competido bien en 200. Nadie sabe qué pasará, ganar una medalla no es un imposible”, opina.

Como las personas que cuando andan en armonía se sienten por encima del bien y el mal, Gisela Morales sabe que no tiene nada que perder en Toronto. Es su posible despido de los Panamericanos y como quien quiere quitarse peso de encima, relata que ahora le pasan cosas como las de cuando tenía cuatro años y aprendió a nadar en Río Dulce, en el Caribe de Guatemala.

“La familia se iba a aquel sitio y mi madre me llevó a clases de natación. Años después sigo en las mismas. Por ejemplo, la semana pasada me fui con la calzoneta puesta y olvidé la ropa interior, otras se me han quedado los lentes y sigo tragando agua”, confiesa, insistente en sacudirle el polvo a su veta infantil.

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