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Inició la era del turismo espacial

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El 20 de julio de 1969, la misión norteamericana Apolo 11 colocó a los primeros hombres en la Luna. 500 millones de personas alrededor del mundo vieron esta transmisión. Neal Armstrong, el primer hombre en poner un pie en la Luna, dijo: “Este es un pequeño paso para el hombre, pero un gran paso para la humanidad”. Logrando una hazaña que no puedo volver a repetirse.

Han transcurrido 52 años y esas imágenes aún causan mayor emoción que las generadas ahora mismo, en el inicio de la era del turismo espacial, con los proyectos de los multimillonarios Musk, Branson y Bezos. Hoy ya no parece tan lejano viajar a más de 100 km de altura de la Tierra. Lo que se considera la frontera del espacio ha dejado de ser un sueño para convertirse en una realidad, que aún está al alcance de muy pocos.

' 52 años después de que el hombre llegó a la Luna, se inicia la era del turismo espacial.

Brenda Sanchinelli

A pesar de los viajes de Branson y Bezos transmitidos algunos días atrás, contrario a lo que muchos creen, no fueron ellos los primeros en realizar este tipo de travesía. Realmente empezó en el 2001, cuando Rusia decidió liberar uno de los asientos de sus naves para llevar a personas que, previo pago millonario, quisieran viajar al espacio por placer. El destino era la Estación Espacial Internacional, y fue así como Dennis Tito, magnate norteamericano y exingeniero de la Nasa, se convirtió en el primer turista espacial.

Posteriormente, otras seis personas también realizaron la misma hazaña, llegando a pagar hasta US$40 millones por aquel codiciado asiento. Esto lo podían hacer debido a la capacidad de llevar al espacio a tres personas en una cápsula de las cuales solo son requeridas dos para esta misión. Este factor abrió la posibilidad de agregar una persona más, que pagando previamente podría participar en esta aventura cósmica.

Desde entonces han transcurrido 20 años, hasta que Richard Branson, el multimillonario fundador de Virgin Galactic, hizo realidad su sueño dorado, con sus propios fondos y de manera independiente. El domingo 11 de julio realizó el primer vuelo suborbital. Branson voló con éxito al espacio desde Nuevo México, en los EE. UU., pasando solo unos minutos en gravedad cero a bordo de la nave. Este evento, transmitido en todo el mundo, ahora sirve como escaparate para su empresa y presagia el auge a corto plazo del turismo espacial. El multimillonario prometió que a partir de 2022 se organizarán vuelos turísticos regulares. Un turismo muy selecto, pues el billete costará la modesta suma de US$250 mil. Y por ahora ya tiene en lista de espera a 600 personas.

El 20 de julio se convirtió en una fecha más simbólica aún, que eligió Jeff Bezos, fundador de Amazon y el hombre más rico del mundo para realizar un breve vuelo suborbital de tan solo 11 minutos, nueve días después de su competidor Richard Branson. Este es el primer vuelo de su empresa Blue Origin. Acompañado de su hermano Mark, la pionera de la carrera espacial Wally Funk, de 82 años, y el estudiante holandés Oliver Daemen, de 18, cuyo padre pagó US$28 millones para que su hijo tuviera ese espacio.

¿Hasta dónde llegará la carrera del hombre por el turismo espacial? Será un placer para pocos, considerando que, según estimaciones, el costo de un boleto podría estar en 250 mil dólares, misiones como las de Branson y Bezos son el primer paso hacia algo diferente, que en unos años podría hacer vuelos suborbitales mucho más comunes y asequibles de lo que son hoy. Sin embargo, la ironía de esto es que mientras la mayoría de la población mundial muere de hambre, enfermedades, contaminación ambiental, etc. Estos multimillonarios invierten en un placer efímero, en lugar de hacer algo para salvar a nuestro propio planeta.

ESCRITO POR:

Brenda Sanchinelli

MSc. en Relaciones Internacionales e Imagen Pública. Periodista, experta en Etiqueta. Dama de la Estrella de Italia. Foodie, apasionada por la buena mesa, compartiendo mis experiencias en las redes.