Entre autoridades, un grupo de scouts y un numeroso contingente de periodistas, los siete habitantes de Dixville Notch, un minúsculo pueblo en el norte de Estados Unidos, votaron a medianoche, iniciando así la jornada electoral, como dicta la tradición desde hace 56 años.
Confirmo que he leído la Política de privacidad de Prensa Libre y estoy de acuerdo con el uso de mis datos.