Las extorsiones que cometen las pandillas continúan extendiéndose en todo el país, y cada vez son más los sectores vulnerables, a los que ahora se suman los recolectores de desechos, y sexoservidoras, que son víctimas de cobros ilegales que representan millones de quetzales para los delincuentes.
Las extorsiones que cometen las pandillas continúan extendiéndose en todo el país, y cada vez son más los sectores vulnerables, a los que ahora se suman los recolectores de desechos, y sexoservidoras, que son víctimas de cobros ilegales que representan millones de quetzales para los delincuentes.
Confirmo que he leído la Política de privacidad de Prensa Libre y estoy de acuerdo con el uso de mis datos.