Las personas que recibieron palmadas o azotes en la infancia tienen mayores probabilidades de sufrir enfermedades mentales de adultos, como trastornos del estado de ánimo, ansiedad y problemas de abuso de alcohol y drogas, dijeron investigadores el lunes.
Confirmo que he leído la Política de privacidad de Prensa Libre y estoy de acuerdo con el uso de mis datos.