Normalmente, Leo habría corrido para alejarse de un perro más grande. Al pequeño perro salchicha le gustaba acurrucarse con sus dueños o viajar en la parte trasera del auto familiar, pero ese día Leo demostró que la valentía no tiene límites.
Confirmo que he leído la Política de privacidad de Prensa Libre y estoy de acuerdo con el uso de mis datos.