A Damary le tocaron la puerta y la hicieron madre. Sentada en su viejo sofá, mientras cenaba viendo un programa de televisión, escuchó que alguien golpeaba, apresurado. La joven de 23 años dejó su plato con frijoles y crema, y se levantó para recibir a su visitante. Entonces la vida le cambió.
Confirmo que he leído la Política de privacidad de Prensa Libre y estoy de acuerdo con el uso de mis datos.