
Casos internacionales lo confirman: Despachar mezcla de gasolina con 10% de etanol es de fácil y rápida implementación para gasolineras
Así como el parque automotriz del país no requiere modificaciones para usar gasolina con un 10% de etanol, las gasolineras tampoco necesitan realizar cambios significativos en su infraestructura.

La mezcla de gasolina con 10% de etanol es un modelo probado a nivel global. Actualmente, más de 60 países lo utilizan, incluyendo varios de la región latinoamericana, como Colombia, Paraguay, Bolivia, Ecuador, Perú, Argentina y Uruguay, que tienen condiciones similares a Guatemala.
Varias empresas internacionales de combustibles que operan en estos mercados tienen gasolineras con sus marcas en el país, lo que facilita la transferencia de conocimiento y tecnología para su implementación local.
Además, como el uso de biocombustibles ha sido adoptado por las principales compañías energéticas a nivel global, ya se cuenta con experiencia acumulada y registro de buenas prácticas en el despacho de gasolina mezclada con etanol en las estaciones de servicio, que demuestra que no es necesario modificar el equipo en las gasolineras para comercializar combustibles renovables.

Una tendencia que ya tiene resonancia a nivel local
De acuerdo con información pública del Ministerio de Energía y Minas (MEM), en 2015 una de las tres principales importadoras y comercializadoras de combustibles del país importó 50 mil barriles de etanol para mezclar como aditivo en sus gasolinas súper y regular.
Esta mezcla se comercializó en sus gasolineras en Guatemala durante 2015 y 2016, sin necesidad de realizar modificaciones en sus equipos, demostrando en la práctica que la infraestructura existente en las estaciones de servicio es compatible con biocombustibles.
Se confirma viabilidad técnica a nivel local
Sumado al caso descrito, en el país ya se ha evaluado científicamente la factibilidad del despacho de gasolina mezclada con etanol en las gasolineras guatemaltecas. Entre agosto y diciembre de 2020, se desarrolló el plan piloto “Movilidad Verde”, un proyecto colaborativo liderado por el Ministerio de Energía y Minas (MEM) junto con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), la Universidad del Valle de Guatemala (UVG), la Municipalidad de Guatemala y la Asociación de Combustibles Renovables de Guatemala (ACR). Este proyecto validó en Guatemala el desempeño del combustible en vehículos y motocicletas de diferentes años y modelos.
Además, en el mismo año, se realizó un diagnóstico exhaustivo, con acompañamiento del MEM y expertos locales e internacionales, sobre las condiciones de la red de estaciones de servicio para el uso de etanol en gasolina. Este estudio se llevó a cabo en 291 gasolineras, una muestra estadísticamente válida, e incluyó a estaciones de las tres marcas líderes, así como independientes.
Los resultados fueron contundentes: la adición de hasta 10% de etanol al combustible súper y regular no altera las características fisicoquímicas de la gasolina y es completamente compatible con los materiales utilizados en las gasolineras existentes. Además, los cuidados a considerar, como los aspectos de seguridad durante el manejo y almacenamiento de la gasolina mezclada con etanol en las estaciones de servicio, no son diferentes a los utilizados para los combustibles que actualmente se despachan.
Pero quizá lo más importante es que, si las estaciones de servicio cumplen con las normativas vigentes en el país sobre mantenimiento y procedimientos preventivos de su infraestructura, en especial los relacionados con la entrada de agua señalados en el Reglamento de la Ley de Comercialización de Hidrocarburos, no es necesario que realicen modificaciones en su infraestructura actual. Es decir, si las gasolineras actualmente cumplen con la ley, pueden almacenar y despachar gasolina mezclada con etanol sin ningún cambio o problema.
Lo anterior coincide con la experiencia internacional, pues en más de 60 países se ha comprobado que la mezcla de gasolina con un 10% de etanol funciona perfectamente con los materiales comúnmente usados en los sistemas de distribución, tanques, mangueras, sellos y pistolas de gasolina. En el mundo, las estaciones de servicio no han requerido inversiones adicionales para implementar esta mezcla, salvo en casos donde ya existían problemas técnicos previos por incumplimiento en los procedimientos y mantenimientos que manda la ley.

Beneficioso para el bolsillo
Además de los beneficios ambientales por la reducción de emisiones contaminantes, la adopción de gasolina con etanol representa una oportunidad económica para Guatemala. En todos los países donde se ha implementado, el precio final al consumidor del biocombustible es igual o menor al de la gasolina convencional. Más importante aún, este cambio permitiría reducir la salida de divisas destinadas a la importación de combustibles, fortaleciendo la economía nacional.
Así, la transición hacia combustibles con componentes renovables representa para Guatemala no solo una oportunidad de alinearse con las tendencias globales de sostenibilidad, sino también de aprovechar recursos locales para fortalecer su economía y avanzar hacia su independencia energética.
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