¿Cuál es el camino para hacer las cosas bien?

Comunicar se ha convertido en una acción imprescindible para las empresas en un mundo que es profundamente mediático y social. Sin embargo, llevar el mensaje correcto a la audiencia adecuada, especialmente en temas responsables, va más allá de un ejercicio de comunicación, es imprescindible tomar el camino de hacer las cosas bien.

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De eso va la comunicación estratégica, de trasladar el mensaje en tiempo oportuno y de generar un impacto positivo en los stakeholders y en la compañía. Este tipo de comunicación, es una forma de enfrentar los nuevos retos organizacionales y los cambios que presentan las diferentes industrias.

El nacimiento de un desafío organizacional

Un claro ejemplo de estos retos y de una forma impactante de comunicación, es el que la bióloga marina Rachel Carson plasmó en 1962 con su libro Silent Spring (Primavera Silenciosa).

El texto de Carson detalló el escenario de un futuro silencioso carente del canto de los pájaros, así como otras terribles consecuencias si el mundo continuaba con el proceso degradativo, producido por la contaminación ambiental.

El libro desató una revolución y pronto diferentes voces se unieron con el propósito de defender los derechos de un ambiente sano y limpio. De esta manera, surgió el movimiento ambientalista moderno, en cuyos hitos se encontró la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Medio Ambiente realizada en Estocolmo, Suecia en 1972.

Tal conferencia fue la semilla que germinó con el paso del tiempo para convertirse en lo que actualmente conocemos como desarrollo sustentable. Hoy en día, casi 50 años después, el desarrollo sustentable ha pasado a formar parte de la agenda global e incluso cuenta con objetivos específicos en la materia.

Estos han sido promovidos desde las Naciones Unidas, y pensados no únicamente para los gobiernos, sino para todos los actores sociales en los distintos países del mundo. Las empresas se han convertido en agentes activos del cambio, no solo por la creciente exigencia social, sino porque cada día se van convenciendo de que hacer las cosas bien es buen negocio.

Empero, para “hacer las cosas bien” no hay cómo anticiparse, ni un solo camino o receta mágica. Además, es cierto que hacer las cosas bien enmarca distintos conceptos, y algunos resultan más familiares que otros.

Responsabilidad social, valor compartido, triple cuenta de resultados, criterios ESG y economía regenerativa; son solo algunos de los marcos de referencia que buscan orientar a las empresas hacia una gestión de negocio sustentable.

El Modelo Expok

Convencidos de que este es el camino, a lo largo de más de 15 años, en Expok hemos acompañado a empresas de todo tamaño y giro en la aventura de adentrarse en el camino de hacer las cosas bien.

La experiencia obtenida nos ha permitido desarrollar un modelo de trabajo que abarca aspectos tanto estratégicos como tácticos que, en su conjunto, permiten construir una gestión de negocio sustentable.

Nuestro Modelo de Responsabilidad Social Empresarial (RSE) se conforma de cuatro fases de trabajo que pueden ejecutarse de forma secuencial o paralela, en función de la madurez y el entendimiento que tenga la empresa en la materia, así como de los objetivos que persiga.

Estas cuatro fases son:

  1. Ser
  2. Hacer
  3. Parecer
  4. Pertenecer

Cada una de ellas posee particularidades que la hacen única.

Las 4 fases de nuestro modelo de RSE

  1. Ser

El punto de partida de nuestro modelo es diagnosticar en dónde se encuentra la empresa en el entendimiento y gestión de la responsabilidad social. Para llevar esto a cabo, existen distintas herramientas y ejercicios con alcances y resultados diferenciados, dependiendo el objetivo de la empresa.

Entre estas herramientas podemos citar el Distintivo ESR, un cuestionario de autodiagnóstico que responden las empresas en cinco dimensiones de la gestión empresarial, o la ISO 26000 —un estándar internacional y no certificable que ayuda a las empresas en la implementación de la responsabilidad social—.

También se pueden realizar estudios de licencia social con las comunidades, que analizan aspectos antropológicos y de mercado entre las poblaciones donde operan las empresas.

Lo anterior, permite identificar el punto de partida en que se encuentra la empresa en materia de responsabilidad social, es decir, el “Ser” o la esencia que nos permitirá poner en marcha cualquier tipo de acción.

  1. Hacer

Identificado el Ser, contamos con lo necesario para iniciar la segunda fase de trabajo de nuestro modelo: “Hacer”. En esta fase, el acompañamiento se adapta a las necesidades y objetivos específicos de cada organización, no existiendo una metodología universal.

Hay organizaciones más familiarizadas con procesos y comisiones de trabajo, otras que por su dimensión son más ágiles para responder y unas más donde el seguimiento exige mucha dedicación.

Una vez que se ha comprendido la importancia de adaptarse a una nueva forma de operar y definido el SER, es necesario implementar acciones y tácticas que lleven a la empresa por este nuevo rumbo, obteniendo así ahorros, mitigando riesgos e incluso haciendo eficiente el suministro.

La implementación de estas acciones debe basarse en planes de trabajo. Es importante que la puesta en marcha del esquema de responsabilidad social sea transversal a la organización, permeando a lo largo y ancho de ella. A la vez que es elemental considerar las implicaciones que tiene para todos los colaboradores esta nueva forma de operar.

  1. Parecer

El siguiente paso o de manera paralela, una vez que las acciones están sólidas y han pasado a formar parte natural del día a día, llega el momento de comunicar, a fin de generar una mejor relación con los grupos de interés y la sociedad en general.

Una vez que la empresa es y hace lo que dice, lo sugerido es empezar a comunicar las acciones que se realiza. Es importante parecer, sin entender la palabra con una connotación de “fingir”; al contrario.

Se necesita de la comunicación de estas acciones para que la audiencia y los grupos de interés, conozcan y reconozcan a aquellas organizaciones privadas que están realizando diferentes esfuerzos para mejorar el entorno que las rodea.

La comunicación debe partir desde el interior y fortalecerse hacia el exterior, siempre cuidando la veracidad, la oportunidad y la relevancia de la información.

  1. Pertenecer

Tras haber trascendido las etapas anteriores y llegada la madurez de la estrategia, la empresa está lista para recoger frutos, no solo a través de las eficiencias operativas que ha ganado, sino con reputación que la coloque dentro de cámaras, consejos, foros, rankings e incluso en portafolios de inversión.

En esta fase, el objetivo es fortalecer el reconocimiento de la empresa como una entidad activa, y ocupada por el entorno y la sociedad, y por aquellos temas que a esta le interesan.

Con este modelo de trabajo, las empresas alcanzan un nivel de liderazgo en su sector, que les permite denominarse a sí mismas como socialmente responsables.

En este punto, la empresa se convierte en un benchmark de su industria por las diferentes prácticas realizadas, y su nombre se transforma en sinónimo de desarrollo sostenible a nivel corporativo, al tiempo que, oportunidades que ni siquiera se habían previsto, comienzan a multiplicarse.

Sobre Edgar López Pimentel

Su liderazgo al frente de la empresa ha permitido alinear el propósito de la empresa con las tendencias de Responsabilidad Social y desarrollo sustentable, manteniendo una gestión sólida y un crecimiento sostenido.

Con su dirección, Expok se ha consolidado como una de las agencias que mejor entiende y ejecuta estrategias de comunicación en materia de Responsabilidad Social y sustentabilidad en México, contribuyendo de manera estratégica con empresas líderes en el ámbito. Por su trayectoria, Expok fue reconocida con el Premio CLARES a la Responsabilidad Social en 2012, entregado por el entonces presidente Felipe Calderón.

Edgar es participante activo en distintos comités relacionados con la promoción de la Responsabilidad Social y de manera constante imparte talleres, conferencias y clases en universidades de racionamiento internacional.

Ha cursado programas de Alta Dirección de Empresas en el IPADE e IE Business School, así como la maestría en Responsabilidad Social Empresarial en la Universidad Anáhuac Norte. Estudió la licenciatura en Administración Turística en la Anáhuac Sur. Antes de dirigir Expok trabajó en áreas de mercadotecnia de medios de comunicación y empresas turísticas.

 

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