TPS Landfill Solutions promueve la transformación de desechos en energía y recursos útiles
La empresa refuerza una visión de futuro: convertir la basura en oportunidad, impulsando una nueva era de innovación ambiental y desarrollo sostenible que busca dejar atrás los vertederos y construir un modelo más limpio, eficiente y responsable para el país.
Fotos Prensa Libre: Cortesía TPS Guatemala.
Con una inversión de US$185 millones, TPS Landfill Solutions, a través de su subsidiaria TPS Guatemala S.A., desarrollará en Escuintla una planta de procesamiento de residuos sólidos que promete cambiar la forma en que el país enfrenta el problema de la basura.
El manejo inadecuado de los residuos sólidos es uno de los mayores retos ambientales en América Latina y en Guatemala. Según el Banco Mundial, cada persona en el país genera alrededor de 0.47 kilogramos de basura al día, lo que representa unas 7 mil 990 toneladas diarias. La mayoría de estos desechos termina en vertederos a cielo abierto que ya superaron su capacidad, carecen de control ambiental y afectan directamente a las comunidades cercanas.

Frente a esta realidad, TPS Landfill Solutions, empresa con sede en Houston, Texas, propone una alternativa sostenible con tecnología avanzada: la construcción de una planta en Guanagazapa, Escuintla, que permitirá procesar hasta 1 mil 250 toneladas diarias de residuos, el equivalente a 350 camiones, transformando la basura en energía y materiales útiles. “Para resolver el problema de los desechos se necesita innovación, responsabilidad ambiental y una visión que combine tecnología con impacto social”, destacó Stephan C. Lett, presidente de la Junta Directiva de TPS Landfill Solutions.

TECNOLOGÍA LIMPIA Y EFICIENCIA ENERGÉTICA
El corazón del proyecto está en la pirólisis, un proceso térmico que descompone los residuos sin oxígeno, evitando la emisión de gases contaminantes. La planta utilizará dos tipos de sistemas: alta temperatura para residuos orgánicos y baja temperatura para plásticos, logrando un aprovechamiento superior al 93% de los materiales recolectados.
A diferencia de la incineración, este proceso es un ciclo cerrado que cumple con los estándares de la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA) y reduce las emisiones casi por completo. Además, la instalación contará con una moderna planta de tratamiento de aguas residuales, capaz de descargar agua con calidad superior a la establecida por la normativa guatemalteca. Gracias a esta tecnología, la planta podrá generar 10 MW de energía renovable, 25 mil 700 galones de diésel por día, 5 mil 300 galones de nafta por día, vapor industrial y subproductos como asfalto, negro de humo y fertilizante.
