También se redujo la cantidad de este producto, ya que lo normal es que se cosechen unas 60 redes de mazorcas por cada manzana cultivada; sin embargo, este año Canahuí apenas consiguió 20.
“Uno espera conseguir suficiente maíz para el consumo propio a lo largo del año, pero no logramos ni para seis meses”, expresó.
Sin ayuda
El agricultor considera que el cambio de clima los afecta, y no reciben asistencia técnica del Gobierno.
Silvestre Alvarado, de Rabinal, indicó que en la parte alta de ese municipio sí hubo suficiente lluvia, pero las plagas —mosaico y mancha de asfalto— impidieron que el maíz creciera de manera normal. “La mazorca ya no creció o se puso amarilla”, expuso.
Fernando Sis, agricultor de San Jerónimo, contó que en las comunidades Las Astras y Los Mangales, en la parte baja de este municipio, los cultivos no tuvieron humedad suficiente, por lo que perdieron más del 30 por ciento de la cosecha.
“En estos momentos no se siente la falta de maíz, pero no hay trabajo y la cosecha fue poca. La situación, a causa del hambre, estará dura a partir de enero o febrero”, lamentó.
“Vamos a necesitar ayuda del Gobierno, espero que nos tomen en cuenta, pues muchos campesinos de la región tuvieron buenas cosechas, pero otros salimos perjudicados por plagas y falta de agua”, expresó Sis.
La escasez de lluvia afectó otros lugares. Según un informe de la Secretaría de Seguridad Alimentaria y Nutricional, 32 comunidades de los ocho municipios de Baja Verapaz están en riesgo por la falta de humedad.