“Se prestaron a un movimiento político y eso no trae ningún beneficio para nuestros hijos, pues si realmente quisieran la superación educativa de los niños no actuarían de esa manera, por lo que no estamos dispuestos a seguirlos tolerando”, enfatizó Pérez.
Según Juan Pangán, maestro de la aldea Xococ la actitud de los padres de familia es un abuso, ya que no los dejan ingresar en la escuela.
Eduardo Hércules, director de la escuela de esa comunidad, expresó que se ausentaron solo 15 días, porque el establecimiento fue utilizado como centro de votación.
No dan clases
En tanto, en la aldea Nimacabaj, a seis kilómetros de Rabinal, unos 25 de 275 menores que alberga el establecimiento jugaban pelota en los campos, mientras los maestros los observaban, sentados en el suelo, a un costado del salón comunal.
Un vecino que omitió su nombre señaló que la mayoría de padres de familia no manda a sus hijos a la escuela hasta que se resuelva la situación.
Pedro Sánchez, miembro del Consejo Comunitario de Desarrollo, indicó que la comunidad tomó la decisión de cambiar los candados de la escuela, porque debido a las huelgas los niños salieron perjudicados. Y que si los maestros en verdad hacen esa lucha para bienestar de los niños, que respeten los derechos de estos y con responsabilidad repongan los contenidos.
Julio Roberto García, director Departamental de Educación, informó que el Departamento Pedagógico está trabajando una propuesta para los maestros que participaron en la huelga, con la finalidad de que repongan el tiempo en el que no impartieron clases.
El funcionario espera que los representantes del Sindicato Nacional de Trabajadores del Magisterio evalúen la propuesta y se pueda llegar a un acuerdo.