Agregó que los ambientes construidos son muy pequeños para los destaces, pues en ocasiones matan hasta cinco reses a la vez.
Según Xocop, los corrales de encierro no cumplen con la altura necesaria, por lo que algún animal podría escapar.
Aseguró que en el inmueble no hay energía eléctrica ni agua, y las alcantarillas son pequeñas y la tubería no se daría abasto para el trabajo que se debe hacer.
Malestar
Julio Curruchiche, otro carnicero, contó que hace unas tres semanas recibieron una notificación de las autoridades en la que les indicaban que para la segunda quincena de febrero dejarían de usar el rastro actual, pero sin tomar en cuenta que el nuevo edificio no es funcional.
El alcalde Valeriano Pichiyá reconoció la buena voluntad de los carniceros para trasladarse a las nuevas instalaciones y ofreció abastecer de agua con camiones cisterna y colocar un generador de energía, con lo cual espera que a finales de febrero ya esté funcionando el nuevo rastro.