Las evidencias encontradas en la escena del crimen apuntan a que la víctima murió dentro del vehículo, el cual quedó con múltiples perforaciones de bala, luego el cuerpo fue sacado del picop y tras darle el tiro de gracia fue lanzado a un barranco de unos 50 metros.
En el lugar del ataque se encontraron más de 20 cascabillos de calibre ignorado, los que fueron embalados para ser enviados al laboratorio respectivo para tratar de identificar a los autores del hecho.