Juan López, un agricultor de Sansare, comentó que está preocupado porque lo poco que pudo sembrar este año está completamente perdido.
“Yo siembro cada año apenas una manzana de terreno, arriendo la tierra, y mis pocos recursos los invertí en semilla y fertilizante, ya que no tuve acceso al abono que el Gobierno entregó este año. En el 2011 saqué unos 15 quintales que me sirvieron solo para comer en mi casa, ahora no voy a tener ni eso para sobrevivir hasta el invierno del otro año, y aunque haya lluvia en los próximos meses ya no tengo dinero para volver a sembrar”, relató.
José Estrada, agricultor de Sanarate, afronta el mismo problema, ya que toda su siembra se secó.
Añadió que el fuerte calor y la falta de lluvia durante los últimos dos meses fueron factores determinantes para que todo se perdiera.
“Aunque no queramos darnos cuenta y cada año esperamos buenos inviernos, o al menos que llueva lo necesario para las siembras, es evidente que el mundo empieza a morirse y esta falta de lluvia no es normal. Uno con el tiempo y con las enseñanzas de los padres y abuelos va aprendiendo a ver cuando un invierno va a ser bueno o malo, y estos calores tampoco son normales, ya que son demasiado fuertes. Aunque esta región ha sido muy calurosa, ahora la temperatura es exageradamente alta”, expresó.
Los afectados temen que esta pérdida de cosechas influya en la desnutrición que se vive en el país, ya que muchas familias se quedaron sin el alimento que los sustenta durante el año, por lo que piden ayuda al Gobierno para que actúe de inmediato y evite hambre y pérdidas humanas.
Reforestación
El alcalde de El Jícaro, Francisco Mejía, recientemente impulsó un proyecto de reforestación en el área montañosa del lugar, con la intención de recuperar el sector boscoso que durante años fue dañado.
Agregó que la deforestación ha causado que las lluvias se alejen de la región, y por la sequía se dañan las cosechas.
La delegación departamental del Maga lleva un control y monitoreo de las siembras, y se obtienen datos estadísticos semanales, con los que se evalúa permanentemente el comportamiento del invierno, sus consecuencias y su relación con el crecimiento de las plantas.
“Hicimos un estudio en el área que nos permitió hacer una estimación de las pérdidas a escala departamental, y esta información la maneja el Ministerio en sus oficinas centrales. Tenemos la visita de agricultores organizados en los consejos departamentales de Desarrollo, que nos han pedido apoyo para paliar el problema que tienen con la pérdida de sus cosechas, y lo que nos han pedido es asistencia de alimentos y semillas para poder hacerle frente, si fuera posible, en un invierno de segunda”, indicó Arnoldo Marín, técnico del Maga.
Agregó que los efectos de la sequía ya son irreversibles y que todo está perdido. El técnico mencionó que un mínimo porcentaje de las cosechas sobrevivieron.
Marín explicó que las áreas más afectadas son Sansare, Sanarate, El Jícaro, San Cristóbal Acasaguastlán, y algunas áreas de San Agustín Acasaguastlán, Guastatoya y Morazán.
Ofrece ayuda
Efraín Medina, ministro de Agricultura, durante una reciente visita al Corredor Seco del país, en el programa Tengo algo que dar, dijo que ante la pérdida de cosechas, su cartera ya está tomando acciones, pues llegará personal a los departamentos más afectados para evaluar la situación.
“Muy pronto se harán presentes nuestros extensionistas, quienes irán a las comunidades para identificar a las familias que están en riesgo y que puedan ser incorporadas a nuestros programas de apoyo. Tenemos un programa de créditos de Q3 mil para producir granos básicos, les traeremos harina fortificada y se coordinará con el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola para que nos apoyen”, afirmó.