Mario Enrique Bolaños, agricultor, resaltó que el problema también ocasiona que los pozos artesanales se queden sin suministro.
“Los ríos Madre Vieja y Coyolate se encuentra secos, porque las empresas llevan más de 25 años desviando los afluentes hacia sus cultivos, y las autoridades no han tomado acciones al respecto”, indicó María Vargas, afectada.
Juan Aragón, vicepresidente del Consejo Comunitario de Desarrollo (Cocode) de Trocha 4, Nueva Concepción, dijo que en la finca San Nicolás se ubica una represa, la cual, a través de un quinel, desvía el agua hacia el cultivo de palma africana.
“Son unos 30 kilómetros del río que está seco, pues solo hay arena y piedras, situación que daña la fauna y flora propia del lugar, como el mangle, el cual es una especie en peligro de extinción”, comentó Aragón.
Nelson Yanes, presidente de la Asociación para la Protección de las Bordas de los Ríos Coyolate y Madre Vieja (Asobordas), indicó que darán un ultimátum a las empresas y autoridades de Gobierno para que propongan una solución.
Otto Lima, alcalde de Nueva Concepción, señaló que brindará apoyo legal a los afectados, con el fin de solucionar el problema que afecta a miles de vecinos.
Posturas
Víctor Lemus, representante de Grupo Hame —empresa que siembra palma africana—, admitió que utilizan agua de los mencionados afluentes, pero aseguró que no son los únicos.
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