Indicaron que no pueden abandonar sus viviendas porque son de escasos recursos y no tienen a dónde ir; además, temen perder lo poco que han logrado con su trabajo.
Saturnina López, residentes de Carrizales, comentó que han visto cómo la corriente arrastra la tierra.
Jesús García Ramírez, otra de las afectadas, dijo que están alarmados debido a que hay casas a escasos metros del río y porque no hay bordas de protección. Añadió que cada día la correntada socava el terreno, por lo que pide que las autoridades tomen cartas en el asunto antes de que haya pérdidas humanas.
José Luis Cóbar, presidente del Consejo Comunitario de Desarrollo de aldea Las Playas, señaló que también está en riesgo la zona de cultivos y parte de esa comunidad.
Refirió que se necesitan al menos 300 metros de bordas para contener el avance del afluente. “El río es muy ancho y se desplaya cada vez más, y al momento de desbordarse arrasa con todo”, narró.
Pide apoyo
El alcalde de Santa Lucía Cotzumalguapa, Rolando Guzmán, comentó que la construcción de bordas es cara y por eso pidió apoyo al Ministerio de Comunicaciones, pero no ha obtenido respuesta.
Solicitó una inspección de campo para verificar la emergencia. “Si las comunidades no son atendidas, podría haber pérdidas lamentables”, advirtió el jefe edil.