Autoridades temen que esta falta de granos agudice los problemas de desnutrición y se agrave la pobreza en la que vive la mayoría de pobladores de estas áreas.
Geovanny Martínez, delegado del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentación (Maga), informó que en 215 comunidades reportan daños que afectan a 20 mil 543 familias, que dejarán de cosechar 132 mil 853 quintales de maíz, y eso generó pérdidas por Q19 millones 927 mil 950, si se estima a Q150 el quintal.
En el caso del frijol, se proyecta una pérdida de 18 mil cuatro quintales, es decir, unos Q6 millones 301 mil 400, a un precio de Q350 el quintal, según el Maga.
En el mercado, el quintal se cotiza a Q500, lo que daría un total de pérdidas de Q9 millones dos mil.
Martínez afirmó que se hizo un barrido en los 12 municipios afectados, donde pudieron constatar que se dañó entre el 50 y 60 por ciento de cultivos de maíz y frijol.
Aseguró que en municipios como Aguacatán los daños superan el 90 por ciento en algunas plantaciones.
Prevén escasez
Martínez agregó que se prevé escasez de alimentos para noviembre y diciembre, pues las cosechas debían obtenerse en octubre.
Añadió que se espera apoyar a los agricultores, quienes desde hace 35 años no padecían una crisis como la que se vive en el 2014, por la falta de lluvia.
Nylsa Samayoa Reyes, delegada de la Secretaría de Seguridad Alimentaria y Nutricional (Sesán), manifestó que se prevé inseguridad alimentaria por la pérdida de cultivos, debido a que el monitoreo reveló que ha impactado en el Corredor Seco de Huehuetenango, cuya zona se encuentra en un nivel de alerta por las pérdidas.
“El hambre es el impacto más fuerte que puede sufrir una familia”, indicó Samayoa.
Hasta la fecha, 594 niños han sido detectados con desnutrición aguda en los 32 municipios del departamento, y se reportan 16 casos de menores fallecidos por causas asociadas a la desnutrición.
Asistencia
Keneth Mérida, gobernador de Huehuetenango, informó que por ahora se ha considerado entregar alimentos a las 215 comunidades afectadas, lo cual se espera concretar en octubre, cuando podría empezar el verdadero impacto de la sequía.
“Se dialogó con el Ministerio de Ambiente y Recursos Naturales para crear planes estratégicos y hacerlos llegar a los alcaldes, para mitigar a largo plazo esta situación, porque esto se debe al cambio climático a escala mundial”, explicó.
Según Mérida, el censo que se efectuó permitirá que no aumenten las cifras, aunque si perdura este clima, podría haber algún cambio.
Campesinos de estas áreas han expresado su preocupación por los daños que la sequía ha causado en sus cosechas y esperan que el Maga y la Sesán cumplan con los ofrecimientos de ayuda, para evitar más pérdidas y garantizar la seguridad alimentaria de los pobladores.