Una persona está en prisión por ese contrabando, es la propietaria y representante legal de la empresa destinataria, que debía pagar Q1.5 millones por impuestos por dicho cargamento. Sin embargo el producto no llena los estándares de calidad y sanitarios y al realizar la inspección se estableció que tenía mojos y hongos dañinos para la salud, agregó Oxom.
Según el fiscal no ha sido posible establecer la procedencia de fabricación del producto debido a que están involucrados países asiáticos que lo trasiegan a través de Panamá, a donde viajan algunos contrabandistas a comprarlo para ingresarlo a Guatemala.