Izabal

Encuentran una caja con loros muertos que traficantes dejaron tirada en Izabal

Autoridades indican que los traficantes aprovechan la época de reproducción de este tipo de aves para robarlos de los nidos y venderlos.

El tráfico de aves causa la muerte de 8 de cada 10 ejemplares, según el Conap. (Foto Prensa Libre: Dony Stewart)

El tráfico de aves causa la muerte de 8 de cada 10 ejemplares, según el Conap. (Foto Prensa Libre: Dony Stewart)

Vecinos de Los Amates, Izabal, localizaron una caja con 18 loros muertos, la cual aparentemente era trasladada por traficantes que la dejaron tirada.

El Consejo Nacional de Áreas Protegidas (Conap) informó que se investiga el hecho, y que la especie conocida como “loro cachete amarillo” es una de las amenazadas por traficantes en el área.

Luego del hallazgo, personal del Ministerio Público (MP), Conap y de la División de Protección a la Naturaleza de la Policía Nacional Civil recabaron evidencias y constataron que los loros eran trasladados de forma ilícita en un vehículo, del cual cayeron y murieron.

Tannia Sandoval, analista de la Unidad de Vida Silvestre del Conap, explicó que los loros (amazona autumnalis) “eran aún pichones” y añadió que su especie se encuentra amenazada en categoría tres, en el apéndice de especies en peligro de extinción.

Sandoval agregó que las aves fueron saqueadas de sus nidos para comercializarlos en los mercados y que al momento del peritaje se constató que la causa de muerte fue por asfixia.

Personal del Ministerio Público recaba evidencias en Los Amates, Izabal, donde fueron halladas las aves. (Foto Prensa Libre: Dony Stewart)

Temporada de reproducción

Según el Conap, entre febrero a mayo se da la reproducción de “psitácidas”, llamados comúnmente loros o pericos. Es en esos meses cuando los predadores saquean los nidos y provocan la destrucción de los hábitat.

Luego, surge el  tráfico y venta ilegal de estas especies, todas amenazadas debido a que son consideradas mascotas, donde ocho de cada 10 aves mueren cuando son trasladados.

La analista del Conap indicó que las leyes guatemaltecas castigan con prisión de entre cinco y 10 años, y multas de Q10 mil a 20 mil, a quienes transporten, intercambien, comercialicen, o exporten ilegalmente ejemplares vivos o muertos, partes o derivados de productos de flora y fauna silvestre amenazados de extinción.

Traficantes destruyen los nidos de las aves para luego venderlas. (Foto Prensa Libre: Dony Stewart)