“Cuando estaba cerca del río escuché los disparos, fueron como cuatro, y cuando regresé Adelso estaba muerto adentro de la casa, allí solo estaba mi mujer y la patoja. No me consta quien lo mató pero lo que si es seguro es que yo no fui”, expuso Orantes, quien junto a su esposa Gladis Hernández González, 62, son sindicados de matar de cuatro balazos a Adelso Castillo, el 29 de marzo del 2005, en la vivienda de la pareja, ubicada en la aldea El Espinal, Conguaco.
Hernández se abstuvo de declarar.
Como defensa por el crimen, la pareja busca justificarlo como una defensa en un caso de violación, ya que en esta primera audiencia declararon dos testigos de losla sexagenarios, que Castillo abusó sexualmente de una jovencita de 15 años, nieta de los acusados.
El día del crimen, el individuo penetró nuevamente a la vivienda de los sexagenarios, con la intención de abusar sexualmente de la jovencita otra vez.
Según los testigos, Castillo fue sorprendido, despojado de una pistola 9mm que portaba al cinto y muerto a balazos.
El tribunal suspendió el juicio porque faltaron ocho testigos a declarar y programó la próxima audiencia para el 29 de noviembre próximo.