El aporte fue de Q1 millón y no es reembolsable, pero las comunidades tienen el compromiso de trabajar proyectos autosostenibles como reforestación, elaboración de productos maderables, industrialización de madera, producción de la nuez de ramón, así como la elaboración de pan, galleta, atol, harina, entre otros trabajos.
Los fondos provienen del Banco Interamericano de Desarrollo y del Gobierno de los Estados Unidos.