Guatemala

Bombero supera adversidad para servir al prójimo

Luego de haber sufrido un accidente de tránsito en el que perdió una pierna, el bombero Esvin Méndez desea continuar con su labor hacia la comunidad.

El bombero Esvin Méndez continúa su labor como bombero voluntario en San Benito, Petén, a pesar de haber perdido una pierna. (Foto Prensa Libre: Rigoberto Escobar)

El bombero Esvin Méndez continúa su labor como bombero voluntario en San Benito, Petén, a pesar de haber perdido una pierna. (Foto Prensa Libre: Rigoberto Escobar)

La tragedia que vivió Méndez, de 25 años, ocurrió el 1 de agosto último, cuando se dirigía de Ciudad Flores a San Benito, Petén, y sufrió un accidente en motocicleta, lo que causó que perdiera la extremidad inferior derecha.

Compañeros y vecinos del bombero han manifestado su admiración hacia él, quien asegura que seguirá ofreciendo sus servicios como socorrista para ayudar a los pobladores de Petén.

Francisco Siquic, bombero voluntario, dijo que es admirable la actitud de su compañero para continuar como socorrista, y señaló que a pesar de estar en recuperación, llega a la estación todos los días.

“Nos motiva y le pedimos a Dios que se recupere, porque es un buen amigo y compañero”, aseguró Siquic.

Lucinda Hernández, vecina de Santa Elena, Flores, manifestó que conoció la historia del bombero a través de redes sociales y desearía que existieran más personas como él,  dispuestas a ayudar al prójimo a pesar de las adversidades.


Actualmente el socorrista está de alta en la 57 Compañía de Bomberos Voluntarios, en San Benito. Méndez tiene siete años de ser rescatista  y afirma que nada ni nadie le quitará su deseo de servir al prójimo.

Activo

El bombero relató que son varias tareas las que tiene asignadas en la estación, ya que se encarga de mantener la comunicación entre sus compañeros cuando se encuentran cubriendo alguna emergencia, aunque cuando es necesario los apoya en los lugares donde se necesite.

El bombero narró su participación durante una emergencia reciente, la cual ocurrió el 1 del mes en curso, cuando apoyó a sus compañeros y condujo una lancha en el Lago Petén Itzá, rumbo a San Andrés, donde un helicóptero cayó.

Méndez añadió que su intervención en el rescate no obstaculizó la labor de sus compañeros, quienes se encontraban en el lago y necesitaban a alguien que maniobrara la embarcación.

Además de ese tipo de apoyo, las tareas de Méndez consisten en atender el teléfono y mantener ordenado el equipo de sus compañeros, quienes deben estar alerta para atender cualquier tipo de emergencia.

 “Nunca hay que decir no puedo. Mientras Dios me tenga con vida, yo seguiré ayudando al prójimo. Por nada hay que bajar los brazos, hay que tener fe y seguir caminando”, dijo el socorrista.

“No me siento al cien por ciento y la herida no ha cicatrizado, pero mientras pueda ayudar, estaré todos los días en la estación”, añadió Méndez.

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