Agricultores podrían dejar de exportar producto a El Salvador por mal estado de rutas

El mercado salvadoreño deja de ser uno de los más prometedores para agricultores de Almolonga, pues debido al mal estado de las carreteras de Guatemala, muchos dejaron de viajar a ese país.   

Pedro Machic es comerciante mayorista de verduras de Almolonga, Quetzaltenango, entre enojo y frustración recuerda que hace unos años se tardaba nueve horas para llegar a El Salvador y gastaba Q1 mil 800 en combustible. Ahora invierte cerca de Q2 mil 500 debido al deterioro de las carreteras y por las constantes filas se tarda más de 13 horas para llegar al mismo destino.

 
Muchos agricultores de ese municipio, uno de los más importantes en la producción de vegetales, temen que los mayoristas, como Machic, dejen de comprarle sus productos, ya que algunos señalan que ya no viajarán más a El Salvador debido a que los daños en las carreteras les genera pérdidas.
 
Antonio Cacatzum, agricultor, teme que su cosecha de zanahoria no sea comprada por el mayorista que usualmente lo hace, ya que la semana pasada le dijo que no viajaría más al vecino país porque su camión se arruina por el mal estado de la
carretera.

Hizo un préstamo de Q10 mil para su siembra y ahora tendrá que buscar otro comprador que lleve su producto a El Salvador, de lo contrario tendrá pérdidas porque “en Guatemala no pagan como lo hacen” en aquel país.
 

Muchos gastos

En el mercado de mayoreo de Almolonga los mayoristas se preocupan por salir lo más rápido posible para no atrasar su llegada a El Salvador, puesto que saben que transitarán por carreteras en muy malas condiciones y les tocará hacer largas filas. Si están de suerte no se toparán con alguna manifestación que retrase aún más la entrega.
 
Machic señala que el producto que transporta en su camión está valorado entre Q12 mil a Q15 mil, y algunas verduras se secan durante el largo camino debido al calor. “Hay perdidas de cilantro, rábano, lechuga, coliflor, brócoli. La gente en El Salvador no nos compra verduras malas y para no regresarlo le bajamos de precio para que lo usen como abono”, explicó.

El comerciante afirmó que, aparte del combustible y la pérdida de mercadería, debe lidiar con la compra constante de llantas, que se deterioran más rápido por los hoyos en la ruta. Cada una le cuesta Q3 mil. Machic se quejó de los constantes derrumbes en Almolonga y El Palmar, además de las filas en la CA2, donde la semana pasada el paso estuvo cerrado en Cuyotenango por el deterioro del puente Cameyá, en el kilómetro 166. 

Piden mejores carreteras

Teresa Yac, otra mayorista, exigió al Gobierno reparar las carreteras ya que eso les ha generado problemas, perdidas e incluso arriesgar la vida.  Con su padre optaron por hacer solo un viaje a la semana a El Salvador y no dos como antes por los gastos que representa una entrega. De una camionada con verduras por valor de Q15 mil los comerciantes pueden perder hasta Q4 mil porque el producto se deteriora.

“Invito a las autoridades de Gobierno a conocer las carreteras de El Salvador que están en buenas condiciones”, reclamó Yac.
 
La lentitud  para reparar las rutas también les afecta, aseguran los comerciantes. Pedro Siquiná explicó que gasta alrededor de Q700 más de combustible por las demoras, además el mes pasado desembolsó  Q900  adicionales porque compró un repuesto que se quebró debido a los baches  que hay en las carreteras.
 
“Espero en Dios que no haya tanto tráfico y llegar rápido”, dice Siquiná antes de partir.
Agrega: “Fue mucho dinero —el que ha perdido— pero quiero recuperarlo. En dos viajes anteriores, perdí Q6 mil porque se arruino la verdura. El cilantro, rábano, lechuga, la cebolla de tallo, son productos delicados porque es cosecha de zona fría”.
 
El comerciante partió a las 9 de la mañana del sábado pasado y “con suerte” esperaba llegar a El Salvador a las 10 de la noche. 

Tráileres usan ruta

El paso de transporte de carga continuaba con normalidad ayer en la CA 2 Occidente, luego que el sábado por la tarde se habilitara el paso provisional sobre el kilómetro 166 de la ruta, instalado por el colapso del puente Cameyá. Agentes de la Policía Nacional Civil (PNC) agilizaban el paso en el sector para evitar embotellamientos. El cierre que tardó una semana causó pérdidas millonarias en el comercio.