Estudiantes del Invo y del Ifebo recibirán clases en edificios dañados por sismos

A pocos días de que empiece el ciclo escolar, padres de familia ven con preocupación que sus hijos tengan que estudiar en edificios dañados por los sismos que sacudieron Quetzaltenango el año pasado.

Padres de familia han reforzado con madera el área de ingreso al Instituto Femenino de Educación Básica, debido a los daños causados por los sismos del año pasado. (Foto Prensa Libre: Carlos Ventura)
Padres de familia han reforzado con madera el área de ingreso al Instituto Femenino de Educación Básica, debido a los daños causados por los sismos del año pasado. (Foto Prensa Libre: Carlos Ventura)

La preocupación aumenta ante la indiferencia de las autoridades de Educación, que según los afectados, solo ven pasar el tiempo y no accionan para reparar los inmuebles, lo que constituyen un riesgo para los estudiantes. 


Juan López, padre de familia, dijo que responsabiliza a las autoridades de Educación si algo le ocurre a su hija, ya que recibirá clases en el Instituto Femenino de Educación Básica (Ifebo), pero el edificio no fue reparado el año pasado.

“Es una vergüenza tener autoridades de educación incompetentes. Tuvieron tres meses, luego de finalizado el ciclo escolar, para reparar los daños del edificio, pero nada hicieron”, resaltó.

También responsabiliza a las autoridades locales, porque el edificio que utilizarán los jóvenes fue declarado inhabitable por la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres, luego de una inspección.

Wendy Chávez, madre de una estudiante, lamentó que desde junio del año pasado las autoridades no han reparado el edificio del Ifebo, y quienes han asumido la responsabilidad de reparar algunas áreas del inmueble han sido los padres de familia.

“El edificio genera mucho riesgo. Como se ve, todo está a medias, no hay seguridad, y en cualquier momento puede haber un temblor y está en riesgo la vida de las niñas”, señaló.

El Invo

Antonio de León, también padre de familia, explicó que teme que su hijo estudie en el Instituto Normal para Varones de Occidente (Invo), ya que el edificio está dañado.

“Desgraciadamente, en Guatemala hasta que hay muertos las autoridades toman en cuenta lo que se denuncia. En mi caso, temo que algo les pase a mis dos hijos, porque el Invo no es nada seguro”, indicó.

Añadió que si tuviera dinero enviaría a sus hijos a un colegio, por lo que es importante que las autoridades vean el riesgo que los jóvenes afrontan al estudiar en un edificio dañado.

Juan Carlos Ronquillo, supervisor de Educación Media, dijo que tanto en el Invo como en el Ifebo estudiarán mil 400 jóvenes y que este año bajó la cifra de matriculación.

“Tenemos una baja en la inscripción, del 40 por ciento en el Ifebo, mientras que en el Invo es del 10 por ciento, pero es por la falta de área, ya que en los edificios hay aulas dañadas y no tenemos capacidad para instalarlos”, expresó.

Carlos López, director departamental de Educación, confirmó que los alumnos del Invo e Ifebo recibirán clases en esos edificios mientras se firma un acuerdo con el Ministerio de Economía para utilizar un edificio que se halla en la zona 3 y que albergaría a los estudiantes de los dos planteles educativos.

“Hemos trabajado en el problema de los centros educativos, pero como forman parte de la historia de Quetzaltenango no se pueden hacer trabajos rápidamente, ya que se requieren estudios.  Este mes se firmará el convenio y consideramos que en marzo los alumnos de esos dos institutos serían trasladados a otro inmueble”, aseguró.