La pena es inconmutable, indicó el ente investigado en un comunicado de prensa, en donde informó que el delito por el cual Monroy fue condenada fue trata de personas en la modalidad de explotación sexual.
De acuerdo con la investigación, las dos niñas eran obligadas a ingerir licor y fumar cigarrillos, dentro de una vivienda que se encuentra en la colonia Monterreal, Colomba Costa Cuca, Quetzaltenango.
La ahora condenada, incluso, les proporcionaba anticonceptivos a las víctimas para evitar que resultaran embarazadas. Eran abusadas hasta tres veces al día.
Monroy, afirma el MP, contactaba a varios hombres quienes llegaban al lugar y después de pagar distintos montos, de los cuales no se informó, abusaban de las menores de edad.
La sentencia fue dictada por el Tribunal de Sentencia Penal, Narcoactividad y Delitos contra el Ambiente de Coatepeque. La audiencia de reparación digna se programó para este miércoles en horas de la mañana. Monroy también fue sentenciada a pagar una multa de Q300 mil.
Otro caso
En julio de este año se conoció la historia de una abuela que recibía Q200 a Q300 al mes por permitir que hombres abusaran de sus nietas.
El MP informó, en aquella ocasión, que las menores eran de las edades de entre 14 y 15 años, y que el caso lo investigaban desde mayo del 2015 la Fiscalía contra la Trata de Personas.
Las menores también fueron víctimas de abuso sexual por parte de su abuelo. Además, otra persona, cercana a la familia, habría obtenido dinero al aprovecharse de la situación de las menores.
Según datos de Unicef, unos 31 niños sufren maltrato y 23 son víctimas de abusos sexuales al día, lo que se traduce en que 6 niñas dan a luz a diario bebés tras una violación.
El último informe de la Procuraduría de Derechos Humanos (PDH) de Guatemala advierte que entre 2009 y 2015 se registraron 477 casos de explotación sexual infantil.
Del total de casos, el 89 % de las víctimas (426) corresponde a niñas y el 9 % (41) a varones, mientras que en el 2 % restante no se identificó el sexo.
El documento, denominado Situación de la explotación sexual comercial de niñas, niños y adolescentes en Guatemala, establece que el 86 % de los casos (413) es de prostitución infantil, el 13% (60) es de pornografía y el 1 % (4) de turismo sexual.
