La especialidad de Aragón, quien llegó a Coatepeque en 1998 procedente de Santa Lucía Utatlán, Sololá, es el tallado de esculturas de humanos, principalmente indígenas, de tamaño real.
El artista explicó que siempre pensó en crear una industria artesanal que permitiera la elaboración de obras para su exportación, lo que con el paso de los años ha logrado, pues algunas de sus creaciones han sido vendidas a colecciones de México, EE. UU., Japón y países europeos.
Aragón cuenta con una sala de ventas y exhibición en la avenida Veinte de Octubre, zona 3 de Coatepeque, a donde llega gran cantidad de turistas para conocer algunas de las más de mil obras, entre las que destacan 12 esculturas de indígenas en tamaño real que fueron esculpidas en cedro.
Proyección
Debido a que la escultura en madera ha sido declarada como una artesanía propia de Coatepeque, la comuna de ese lugar fundó una escuela en donde se enseña ese arte, la cual está a cargo de Aragón y que lleva el nombre del artista, lo que para él es un reconocimiento a su trabajo.
“Espero que la Municipalidad continúe financiando la escuela de artesanía, pues los resultados han sido satisfactorios, al grado que de ella han egresado unos 60 escultores de tres promociones”, señaló Aragón.
Además, el artesano apoyó en la fundación de una escuela de escultura en Tilapa, La Blanca, San Marcos, la cual funciona desde el 2014, y que tienen como objetivo capacitar a jóvenes de la comunidad para que en el futuro tengan la capacidad de fundar y administrar sus propios negocios.
Vecinos de Aragón aseguran que su trabajo es impresionante, debido a que este transforma los trozos de madera con gran facilidad.
