Quetzaltenango

Tavo Salazar: el cineasta inspirado en Quetzaltenango que “cuenta” las canciones de bandas guatemaltecas de manera creativa

El quetzalteco Gustavo Salazar utiliza su ingenio al emplear escenografías de lugares emblemáticos de Quetzaltenango y con ello busca trasmitir sensaciones inigualables.

El artista quezalteco Gustavo Salazar experimenta nuevas propuestas audiovisuales. (Foto Prensa Libre: cortesía)

El artista quezalteco Gustavo Salazar experimenta nuevas propuestas audiovisuales. (Foto Prensa Libre: cortesía)

Gustavo Salazar (Tavo) es un joven cineasta, fotógrafo, multi-instrumentista y compositor quezalteco, quien a lo largo de su trayectoria artística ha hecho del arte un reto para inspirarse y lograr motivar a los demás para que conquisten sus sueños.

Con tan solo 26 años de edad ha conseguido filmar diversos videoclips y videos en vivo para artistas como Bohemia Suburbana, Los Tigres del Norte, Rebeca Lane, Gondwana, La Miseria Cumbia Band, Ishto Juevez, Diente de Lión, Orlando Aguilar, Tatuana, entre otros.

Aunque ahora se le ve detrás de las cámaras, la historia no principió así. Todo comenzó desde que su mejor amigo le enseñó a tocar guitarra a los 13 años. Desde ese momento el gusto musical surgió en la vida de Tavo, pero nunca se imaginó lo que vendría después.

Tanto él como su mejor amigo fueron creciendo musicalmente, hasta el punto de formar cada quien su propia banda musical. Con el tiempo surgió una nueva propuesta. “La idea era experimentar… al final nos juntamos y terminamos haciendo una banda. Todos teníamos el mismo sueño y todos íbamos a la misma jugada”, refiere el artista, al mencionar que Glass Collective, la banda, era un sueño hecho realidad que apenas iniciaba.

Desde un principio, Tavo tuvo la intención de dedicarse a la música, pero en su camino se interpuso la producción audiovisual. “Quería estudiar producción musical y resulta que me metí a la universidad porque yo dije que ahí había producción de sonido. En realidad no había, solo había cine”, agregó el productor quezalteco quien asegura que la música lo llevó a descubrir el cine. 

La música hizo que Tavo encontrara su talento en el cine. (Foto Prensa Libre: cortesía)

 

“Me acuerdo que cinco meses antes de entrar a la universidad, mi papá me regaló una cámara. Con ella íbamos de viaje y le tomaba foto a todo. En fin… me gustó mucho la carrera y la música no la deje”, cuenta. Desde entonces, Tavo consideró y tomó la iniciativa de hacer los videoclips para su banda Glass Collective.

Sin embargo, Tavo también tuvo barreras,  incluso de familiares cercanos. “Cuesta porque ellos realmente no querían que yo siguiera esto”, comenta Tavo al afirmar que no todo ha sido fácil. “Mi papá me decía que ‘el que mucho abarca poco aprieta’, quería que me dedicara o solo a la música o solo a lo audiovisual, pero no a las dos; mi mamá, lo miraba como un pasatiempo, y no como una profesión”.

En realidad, fue esa conexión entre música y cine lo que hace que ahora Tavo se dedique a lo que le gusta. “La música me ha llevado a concebir el audiovisual desde una manera con forma y estructura. Creo que le da un orden visual y auditivo”, comenta Tavo al referirse que, en sus diversas producciones audiovisuales fusiona tanto la música y el cine.

Tavo también explica que los estudios fueron otra barrera.  “El no haber encontrado una universidad que me gustara aquí en Guatemala, eso me hizo daño, pero aprendí que vas avanzando y encuentras a personas y lugares que quizás en cierto momento no lo hubieras tenido”, refirió Tavo al considerar que ser autodidacta y consecuente es algo que puede marcar la diferencia.

El quetzalteco se define como una fuerza creativa y disciplinada. “Me mantengo creando, y haciendo cosas. Muchos crean, pero no mucho. Yo creo bastante para practicar. Cualquier persona disciplinada puede ser talentosa”.

¿Pero cómo se logra esa disciplina? “Es de trabajarlo, porque me doy cuenta cuando veo mis primeros videos y miro los últimos, y digo que todos podemos, solo es de creerlo”, explica el productor.

Claro está, la disciplina también debe estar mezclada con la creatividad. Y eso Tavo lo sabe muy bien. “Cuando grabas video o tomas fotografías, eres un pintor con luz y empiezas a ser consciente de las posiciones, colores, distancias y todo esto que provoca en el espectador, comenta el joven, quien asegura que esto ha sido clave para buenos resultados en sus producciones.

Tavo Salazar en pleno rodaje de alguno de los videoclips que ha realizado. (Foto Prensa Libre: cortesía)

En la mayoría de sus producciones utiliza  escenografía con lugares emblemáticos de Quetzaltenango, y con ello ha buscado trasmitir sensaciones inigualables. El Abrazo del Fuego, un videoclip de la agrupación musical quezalteca Diente de Lión, fue rodado en el Museo de Xela con la idea central de hacer un video expresionista.

“Al principio iba a ser un video sin historia. Todo fue en el momento. Si tienes un escenario, un personaje y una cámara puedes contar cualquier cosa, pero tienes que sentir la historia”, agregó Tavo al considerar que quizás haya sido el video más fácil que ha hecho.

Ahora bien, la colaboración que tuvo con el videoclip de Tráfico Pesado, de Bohemia Suburbana, fue diferente. “Desmenucé toda la canción”, refirió el productor al considerar que ha sido uno de los proyectos más difíciles que ha trabajado, pero que sin duda le ha dejado muchas experiencias.

Este videoclip fue un reto para el artista, ya que contó con tan solo 2 horas para llevar a cabo el rodaje de las escenas del tráfico, las cuales fueron rodadas en la Calle Real del Calvario, zona 1 de Quetzaltenango; por lo que tener una planificación bien estructurada fue clave para saber qué se iba a hacer. “Si no tienes una preproducción es muy difícil que tengas construidas unas ideas bien específicas o visuales”. Creo que la planificación es muy importante y ya con eso se va armando lo que falta, enfatizó el artista.

Además se debe recordar que en pleno rodaje pueden pasar infinidad de cosas. Por eso Tavo también comparte que es válido improvisar, pero siempre se debe ajustar a las necesidades  que ya han sido planificadas.

Entre luces y colores que engalanan el Teatro Municipal de Quetzaltenango, fue grabado el videoclip de la canción Flaca del artista huehueteco Lesh Ramírez.

Tavo asegura que fue una propuesta sonora inusual en el contexto quezalteco y también un reto. “Un performance con una bailarina de flamenco y él cantándole (Lesh)…lo grabé de diferentes puntos de vista y me di cuenta que funcionaba mejor con la vista al público, sentía que trasmitía algo diferente”.

 

“No existe una fórmula perfecta para contar algo, todo va a depender de lo que se quiera lograr”, concluye el artista al considerar que cada una de sus producciones ha tenido diferentes objetivos, pero sin dejar de vista el lado creativo.

Ahora bien con el videoclip de la canción Pop Corn de Glass Collective, Tavo concuerda que la idea empezó nada más como una idea musical, pero decidió contar algo más a través de ello. El resultado fue interesante: una persecución en la feria con un matiz diferente.

El contexto fue el indicado para hacer de Pop Corn en una de las canciones más atractivas de la banda. El escenario fue en el campo de la Feria de Independencia de Quetzaltenango. “La feria estaba bonita, solo era de ver cómo encuadrarla…fuimos los primeros días de la feria y no había nada de gente y aprovechamos ese recurso”.

En el caso del videoclip de la canción de Bailando en el Mar fue una propuesta  con elementos de originalidad. “Planifiqué cada imagen. Armé cada toma visual, no una historia. El experimento sonoro se combinó con el experimento visual”, cuenta Tavo al afirmar que, la creatividad puede surgir en cualquier instante. “Llevas algo planificado y siempre sale algo mejor. El video es bien expresionista, no tenía una razón de historia, pero sí emocional. Es una cuestión meramente creativa, con lo que tengas a disposición”, concluyó.

Por lo tanto la espontaneidad es algo que nunca puede faltar, solo se necesita tener ciertas guías, no tenerlo todo específico. “No regirse estrictamente a lo que se tiene pensado, es dejar fluir la creatividad y espontaneidad”.

El área narrativa es algo que Tavo ha afinado con el paso del tiempo y sin duda que la música le ha ayudado a encontrar su estilo narrativo.

Los Sueños de Tansú, un cortometraje que realizó el artista, cuenta la historia de un chico que intenta regresarle la conciencia a su abuela por medio de una grabadora y los sonidos que escuchó cuando su abuela le contaba cosas.

Dicho ingenio sonoro y visual le acreditó el primer lugar en el Quetzalito de Oro, una competición en tan solo 48 horas de realización de cortometrajes en Quetzaltenango.

Nada ha dejado que Tavo deje se seguir creando. El joven habla de sus “experimentos en casa”, los recursos que aprovecha para practicar e imaginar lo que quiere plasmar.

Los Pensamientos de los Abuelos es un una producción construida en su propia casa de manera ingeniosa, con narrativas intrigantes y sorprendentes.

Recientemente participó como productor audiovisual invitado en el 16 Festival Internacional de Poesía de Quetzaltenango en homenaje a Delia Quiñónez y Asociación Memoria, Dignificación y Esperanza AMDE de Santa Lucía Cotzumalguapa. Tavo realizó un cortometraje experimental dedicado a la expresión artística por medio de la palabra.

Lucha constante

Tavo está convencido de que se debe luchar por los sueños. “Realmente yo lo creo. A mí me dio igual lo que me dijera mi familia y todos los que no creían en mí. No por algo o alguien vas a dejar de hacer lo que te gusta. A mis papás les demostré y les estoy demostrando que sí se puede”, añadió.

Ahora es productor musical de la banda guatemalteca Glass Collective, banda ganadora del concurso del Tambor de la Tribu y también del primer lugar en la última fase de la competición a nivel nacional de Tigo Music.

La banda Quezalteca Glass Collective, es uno de los proyectos del productor Tavo Salazar. (Foto Prensa Libre: cortesía)

Además de las propuestas audiovisuales, el artista quezalteco tiene su propia propuesta musical: Tikal Club. “Yo siento que a veces el hombre tiene que crear algo individual y algo colectivo para poder sentirse pleno. Tikal Club es como un cauce donde yo puedo expresarme y puedo cometer errores. Es una forma de encausar mi energía”, dice Tavo mientras manifiesta su alegría de crear música y sus ganas de mostrarla al público.

 

 

 

 

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