Adrián Ovalle, asesor de la junta directiva de la hermandad de Jesús Nazareno, indicó que el mensaje “Yo soy la luz del mundo”, ubicado en la parte frontal del anda procesional, es para que la población recordara lo que representa “El Hijo de Dios en la vida de los seres humanos”.
“Jesús es la luz de nuestra vida, y a Él debemos encomendarnos durante Semana Santa para que interceda ante Dios nuestro Señor y habite en nuestros corazones para que la luz se irradie hacia todos y seamos un pueblo creyente”, refirió Ovalle.
“Como hijos de Dios sabemos que Jesús sacrificó su vida por el perdón de nuestros pecados. Observar a la población en el recorrido procesional habla del compromiso que tenemos los cristianos católicos, y ojalá que igualmente lo plasmemos en cada uno de nuestros actos durante la vida”, dijo el obispo de la Diócesis de Quiché, Rosolino Bianchetti Boffelli.