“Estoy contento porque nuestro producto ya está siendo reconocido en este departamento y esperamos las exposiciones para darlo a conocer a nivel nacional”, indicó Martínez.
Flores, elaborador de instrumentos autóctonos, expuso que talla quenas, zampoñas flautas transversales, maracas, tortuguitas y lluvias, lo cual le toma hasta 15 días, y además trabaja en el sonido, para que tengan la entonación de las notas musicales.
“Es importante que los instrumentos de bambú estén calibrados con los sonidos de las notas musicales, las cuales se logran bajo un proceso con piano, donde se prueba cada nota hasta que dé la tonalidad es exacta”, explicó Flores.
Villatoro, diseñador gráfico, refirió: “Los dibujos y letras son hechos en computación, y después se plasman en la madera”.
“Utilizo programas sencillos de fotografías, y cuando un cliente pide un diseño conocido, lo descargo de internet. Si trae una idea de alguna letra o un dibujo, trato de hacerlo como ellos lo quieren”, refirió Villatoro.
Los tres artesanos afirmaron que el bambú y el tarro lo consiguen en lugares cercanos a la cabecera de San Felipe, y que el valor de sus productos oscila entre Q40 y Q300, ya que depende de la artesanía y el diseño.