María González, vecina de esa comunidad, comentó que para lavar ropa tiene que caminar dos kilómetros hasta el río Nil, mientras que para consumo se abastecen de un pozo artesanal.
Añadió que el sueño de todos los vecinos es tener servicio domiciliar de agua.
En la aldea El Hato, a unos cinco kilómetros del área urbana de Nuevo San Carlos, los vecinos se ven obligados a caminar largas distancias para abastecerse de agua.
Algunos de los vecinos han optado por perforar pozos artesanales y otros recolectan el agua de lluvia.
“Comprar un garrafón de agua no trae cuenta, porque el costo es de Q10 o Q15, y solo tarda unos dos días y el camión pasa cada 15 días, por lo cual los pobladores tenemos que construir pozos artesanales, pero el problema es que en algunos el agua ya está contaminada y no se puede beber”, indicó Carlos Chávez, otro vecino.
Reacción
El alcalde de Nuevo San Carlos, Benigno Fernández, manifestó que este municipio cuenta con más fuentes de agua que otros, pero lo que sucede es que algunas están contaminadas con heces, y por ello no se puede trasladar el líquido a la población.
“Sabemos que el agua es fundamental para el desarrollo de las comunidades y con esto también se puede evitar la desnutrición de niños, pero los proyectos son muy costosos y para llevar este servicio a la población no alcanzan los fondos que el Gobierno central envía a las municipalidades”, señaló el alcalde.
Cifra
9 municipios tiene Retalhuleu y en todos hay aldeas sin servicio.