Ciudades

Amigos y familiares brindan último adiós a hermanos que murieron por descarga eléctrica

La comunidad Luisiana, Malacatán, San Marcos, despidió entre lágrimas a los hermanos Alex Iván, de 17años, y Urías, 19, de apellidos Chilel Pérez, quienes murieron por una descarga eléctrica el pasado martes.

El sepelio se realizó en Luisiana, Malacatán, de donde eran originarios los hermanos Chilel Pèrez. (Foto Prensa Libre: Whitmer Barrera)

El sepelio se realizó en Luisiana, Malacatán, de donde eran originarios los hermanos Chilel Pèrez. (Foto Prensa Libre: Whitmer Barrera)

Urías junto a otros tres compañeros instalaban sobre la garita de la aduana El Carmen, un árbol navideño, pero lamentablemente tocó los cables de alta tensión.

Pobladores consternados por la tragedia acompañaron a familiares hacia el cementerio de Luisiana, donde le dieron el último adiós a las víctimas que soñaban con servir a la sociedad a través del trabajo que desempeñaban como tramitadores y con base en el estudio pretendían ejercer para beneficiar a los más pobres.

“Mis sobrinos eran buenas personas, compartían con la familia sus sueños de servir a las personas que no tienen dinero. El más grande estaba en la universidad y quería trabajar como maestro; el otro soñaba con ser enfermero”, comentó Baldemar Chilel, tío de las víctimas.

El sepelio fue acompañado por estudiantes del Instituto Jorge Rafael Castillo, quienes lamentaron la muerte de su compañero Alex Iván y aseguraron que el municipio perdió a un futuro profesional, porque siempre les compartía su interés por hacer el bien.

“Nos compartía que cuando fuera profesional tenía el compromiso de apoyar a quienes lo necesitaran y lamentablemente el accidente le cegó todas esas cosas maravillosas que él sentía y que vamos a recordar, porque hoy en día es difícil que la juventud tenga este tipo de sueños”, comentó su excompañera de estudios Angélica Chávez.

La extensión de la Universidad de San Carlos de Guatemala también se sumó al dolor que embarga a Malacatán, lamentaron que, a un año de la graduación de Urías, en la carrera de Profesorado en Educación, el accidente terminó con la vida de quien una vez les enseñó a trabajo en equipo.

“Es un hecho lamentable porque el compañero era muy buena persona y lo vamos a extrañar. Ya llevábamos cuatro años de convivencia en el aula de la universidad y a un año de graduarnos se acabaron sus sueños y metas, todo esto duele mucho porque el trabajo en equipo él nos enseñó a que era la clave del éxito”, expresó Erick Renato Barrios, compañero de la víctima.

Lugareños se sumaron al dolor y consternación que vive la familia y señalaron que la tragedia se hubiera evitado si no hubiera existido negligencia al momento de realizar los trabajos de instalación de la estructura de metal.

“Nosotros lamentamos que no había nadie que supiera sobre ese tipo de trabajo que cobró la vida de cinco hombres útiles a la sociedad. Estamos consternados porque no se trata de un hecho criminal sino de una obra social que querían hacer para alegrar a los visitantes que cruzan la frontera con México”, señaló el vecino Estuardo Rodríguez. 

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