Añadió que en los albergues habilitados en la escuela y en el salón comunal están refugiadas 85 personas de 25 familias, en su mayoría niños.
Preocupación
Agregó que los lugareños están preocupados porque las casas permanecen dañadas y hay grietas profundas en los caminos, varios de los cuales fueron obstruidos por derrumbes o por rocas de gran tamaño.
Áxel Gómez, facilitador de Desarrollo de esa organización, dijo que para llevar la ayuda a los daminificados se hizo una evaluación en el lugar, y con el apoyo del programa Moscamed trasladaron los víveres, equipos para higiene, ponchos, frazadas y casas de campaña.
Oliver Castillo, gerente del Proyecto de Desarrollo de Área Nuevo Progreso-España, de Visión Mundial, dijo que en la aldea se atiende a 350 niños apadrinados, entre los que hay varios afectados por el terremoto.
Falta ayuda
Esteban López, uno de los afectados, dijo que hasta el momento solo han recibido ayuda de la referida organización.
Enfatizó que necesitan víveres, materiales de construcción, y que las autoridades evalúen las viviendas, que se limpien los caminos y se atienda a los niños.
El vecino Ramón Hernández expresó: “Nos preocupa la situación de la aldea, porque se formaron varias grietas en los caminos”.
Afectados señalaron que esperan que las autoridades de gobierno los apoyen para la reconstrucción de las casas y de toda la comunidad.