Guatemala

Latinoamérica lidera las voces críticas con la estrategia mundial antidrogas

Varios países latinoamericanos, como México, Colombia, Guatemala, Ecuador y Uruguay, defendieron hoy en una reunión de la ONU sobre políticas de drogas la necesidad de abrir un debate sobre la eficacia y el rumbo de la actual estrategia mundial contra los narcóticos.

VIENA.- La comunidad internacional debate durante dos días en Viena el resultado de los últimos cinco años de la estrategia mundial contra las drogas y prepara el camino para la sesión extraordinaria de la Asamblea General de la ONU dedicada a la materia en 2016.

En el 2009 se acordó eliminar o reducir de forma significativa la demanda de estupefacientes hasta el año 2019, un objetivo que por el momento está lejos de cumplirse, según ha admitido la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD).
El director de la ONUDD, el ruso Yuri Fedotov, aseguró hoy que “la magnitud general de la demanda de drogas no ha cambiado sustancialmente a nivel mundial”.

Por su parte, el sueco Jan Eliasson, subsecretario general de la ONU, destacó que el negocio de las drogas mueve cada año US$320 mil millones y se ceba de forma desproporcionada en “los más pobres y vulnerables”.

El responsable de la ONU defendió el respeto a los derechos humanos en la lucha contra las drogas y subrayó que “no hay que asustarse por tratar con ideas y perspectivas innovadoras”, aunque defendió que las actuales leyes internacionales deben ser la base para cualquier práctica.
En el turno de las intervenciones de los más de 120 países asistentes a la reunión, destacaron las palabras de varias delegaciones latinoamericanas, que cuestionaron la eficacia de las actuales política internacionales.


Entre las voces críticas se encontraron Colombia y México, países que padecen el problema de la violencia del narcotráfico, y a la que durante años se han enfrentado con enormes inversiones y medidas de “mano dura”.
Así, el ministro de Justicia de Colombia, Alfonso Gómez Méndez, solicitó que se debatan “formas más eficaces” de lucha contra ese flagelo, y que estén a la altura de los tiempos.

“La política de las drogas no puede viajar a la velocidad del telégrafo mientras la realidad del problema va a la velocidad de la banda ancha de internet”, declaró de forma gráfica.

“Seguimos concentrados en la utópica eliminación absoluta de los cultivos de las drogas de origen natural”, agregó en una alusión crítica con los objetivos marcados en el 2009.

México, por su parte, también mostró su predisposición a un debate “crítico y constructivo”, en el que “se evalúe con objetividad nuevos enfoques y tratamientos del problema”, según declaró ante el pleno la subprocuradora Jurídica y de Asuntos Internacionales, Mariana Benítez.

El subsecretario para Asuntos Multilaterales de la Cancillería mexicana, Juan Manuel Gómez, destacó hoy a Efe que su país fue uno de los grandes promotores del debate sobre drogas en la Asamblea General de la ONU para 2016 y que “nada malo puede salir de un debate, lo peor que puede pasar es que las cosas se queden como están”.

Uruguay, por su parte, destacó “el profundo fracaso de las políticas implementadas en las últimas décadas” en materia de drogas, según el prosecretario de la Presidencia, Diego Cánepa.

En una esperada intervención en la que trató sobre la reciente legalización del cultivo y compraventa de marihuana en Uruguay, Cánepa indicó que su país trata de “encontrar caminos alternativos” para escapar de la “espiral de violencia sin fin” que produce una estrategia excesivamente basada en la represión.

El representante uruguayo, en cualquier caso, dejó claro que la legalización en su país no es un modelo “para nadie”.
Ecuador también destacó hoy que “la política de drogas actualmente vigente en el sistema de Naciones Unidas necesita cambios profundos”, según sostuvo Rodrigo Vélez, secretario ejecutivo del Consejo Nacional de Control de Sustancias Estupefacientes y Psicotrópicas.

Vélez abogó en su discurso porque el debate de las drogas esté “centrado en el ser humano y sus dimensiones, y no en las sustancias”, así como en “desmilitarizar” la forma de abordar la situación.

Los estados participantes en la reunión adoptarán mañana una declaración ministerial, que se ha venido negociando durante los últimos seis meses, y que ha mostrado las grandes diferencias entre aquellos países que piden abrir el debate y los que siguen defendiendo las políticas de mano dura.

Países como Rusia, Pakistán, Egipto o Irán, que abogan por la “tolerancia cero”, han bloqueado alusiones sobre derechos humanos, la pena de muerte y el uso de tratamientos para drogodependientes que han demostrado su eficacia, según han lamentado  varias fuentes diplomáticas.