Los inconformes indicaron que lamentan que la Policía y el Ejército destruyan la plantaciones, ya que de estas sobreviven, y según ellos, no se pueden dedicar a otra labor.
En ambos bloqueos, los pobladores colocaron piedras para impedir el paso de los vehículos de las fuerzas de seguridad, pero fueron dispersados.
La situación es tensa, ya que los lugareños señalan que el problema podría empeorar, debido a la destrucción de plantaciones y el conflicto territorial que mantienen con Ixchiguán.