La usuaria Martha Navichoch expresó que es injusto pagar por un servicio casi inhumano y que a diario pone en riesgo la vida de los usuarios. “Es un lago sin ley, campea la anarquía y nadie puede reclamar porque los lancheros nos amenazan con bajarnos a medio lago; si tuviera dinero para comprar mi propio transporte, lo haría”, indicó.
“Las autoridades deberían uniformar y obligar a portar gafetes a todos los capitanes e impartirles charlas de relaciones humanas, para evitar atropellos, porque no existe ninguna medida de seguridad para los usuarios”, añadió Navichoch.
Registros municipales dan cuenta de que a diario navegan 200 lanchas, y de estas únicamente 25 están autorizadas para el transporte de pasajeros; el resto es ilegal, y sus capitanes carecen de licencia de navegación, lo cual favorece a que sean conducidas por personas sin experiencia y hasta por menores de edad, añadió Serech.
Anarquía
Salvador Loarca, de la Procuraduría de los Derechos Humanos, recordó que la falta de control ha causado accidentes. “El servicio es deficiente, no hay control en la circulación, navegan lanchas en mal estado, no las llevan a revisión, no portan chalecos salvavidas y varios capitanes las dirigen en estado de ebriedad”, indicó.
Frank Melgar, de la Base Naval del Pacífico (BNP), dijo que carece de personal y combustible para patrullar en el Lago de Atitlán, y que el mayor problema es que no existe un reglamento de navegación para sancionar a los propietarios y capitanes.
Virgilio García, de la Municipalidad de San Pedro La Laguna, comentó que no ha habido comunicación con la BNP, lo cual causa descontrol.
“Vamos a coordinar con la Base Naval para que nos apoye en patrullajes y ejerceremos mayor control de dueños de embarcaciones”, indicó García.
Luis García, gobernador de Sololá, añadió que Guatemala se rige por convenios de la Organización Mundial de Transporte Marítimo, que obliga a garantizar la vida de los pasajeros, y que organizará una comisión para verificar el estado de las embarcaciones.
García dijo que formarán gremiales de lancheros para redactar un reglamento de navegación. “Cada unidad debe contar con chalecos salvavidas, herramientas, ancla y papelería en orden. Además, una lancha de 30 pies, considerada la más grande, no puede transportar más de 23 usuarios”, advirtió.
El lanchero Pedro Vásquez dijo que cumple con las normas de la BNP y que lleva a revisión constante su embarcación y motor.
“Tengo herramientas, luces, chalecos, ancla, permisos y licencia de navegación, la cual renuevo cada tres años, y no sobrecargo mi lancha. El problema es que a la gente no le gusta usar salvavidas. Varias veces les he pedido que se los pongan, pero se molestan. A partir de ahora, el que quiera respetar medidas de seguridad, será bienvenido; el que no, no viajará conmigo, porque no arriesgaré mi licencia por capricho de los pasajeros”.