“Cuando empezó a llover estábamos descansando con mis hijos, cuando de repente se escuchó un gran ruido y lo primero que se cayó fue uno de los dos cuartos, pues se llenó de agua. Los niños se despertaron y salimos de la casa”, relató Méndez.
“No nos dimos cuenta de que la primera vivienda ya la había botado la correntada; gracias a Dios la señora que vive allí se encontraba en su trabajo”, agregó.
María Estela Aguilar, otra afectada, narró que el agua arrasó con todo lo que tenían. “Nos dejó hasta sin zapatos. Llamamos al alcalde, quien nos envió a varios empleados y a los bomberos para ayudarnos, pues teníamos miedo de que el agua nos arrastrara”, resaltó.
Renato Echeverría, delegado de la Coordinadora para la Reducción de Desastres, informó que a los afectados se les da ayuda alimentaria, kits de higiene personal y de cocina, así como frazadas y agua pura.
El alcalde, Enrique Arredondo, señaló que ya envió maquinaria para limpiar todo el lodo que quedó y los escombros de la casa, ya que era una vivienda de adobe y bajareque con varas de bambú. “Desde tempranas horas trabaja un equipo con los afectados”, afirmó.