Añadió que en la escuela se mojaron computadoras, impresoras, equipo de audio y libros.
“Tenemos que resguardar todo, y por eso hoy —ayer— se suspendieron las clases”, comentó Álvarez.
Agregó que por el daño en el edificio resultaron afectados los 75 estudiantes de primaria y los 51 de básicos.
“Esperamos que tal vez las instituciones del Gobierno puedan solventar esta situación y ayuden para reconstruir la escuela, porque es un edificio que funciona desde 1987 y no se le ha dado mantenimiento, pese a que hemos enviado solicitudes a varias entidades”, comentó Álvarez.
Señaló que las vigas de madera del techo del edificio están podridas y en cualquier momento pueden colapsar, lo que es un riesgo para estudiantes y maestros.
Odilia Ruano, habitante del albergue Ebenezer, manifestó que en el área no llovía desde hacía más de un mes, y que el chubasco del jueves los sorprendió porque incluso cayó granizo.
Comentó que los tres Atus se cayeron porque los parales ya no servían.
Ruano informó que también se quedaron sin servicio de energía eléctrica.
“Tenemos temor porque estamos corriendo demasiados riesgos y cada día está peor”, lamentó.