Luego, a los 16, se convirtió en un tallador completo, con la aplicación de técnicas propias de un profesional.
Ha hecho varias imágenes religiosas, entre las que destaca la de un Cristo crucificado, una de San Francisco de Asís con estola, la de Jesús Nazareno, y la de San Antonio de Padua. “Todas estas fueron creadas de un metro de altura, porque fue a pedido especial de varias localidades”, indicó.
Orozco contó que la imagen que más le gusta hacer es la del Niño Dios. “No recuerdo cuántas he hecho, pero son un numero considerable”.
Señaló que le han pedido esta imagen en templos, localidades y personas particulares de varias partes del país. “También he llevado a cabo restauraciones de esta advocación”, indicó.
Material y equipo
Para esculpir las imágenes utiliza tres clases de madera: cedro, caoba y nogal, pues su veta es uniforme y moldeable, aunque esto depende del tamaño y estilo del Niño Dios que se quiere tallar.
El artesano dijo que le lleva entre dos y tres meses elaborar una imagen.
Odeth Elvira Orozco, una de sus hijas, expuso que su papá se apasiona tanto en sus trabajos que cree ver en persona a las imágenes, en especial cuando se trata de la del Niño Dios, a cuya elaboración dedica más concentración y esmero.