Saloj agregó que, además, hay microempresas para la crianza de aves de corral, huertos familiares, aboneras orgánicas con el sistema de lombricultura, trabajos artesanales en tejidos, manualidades y recopilación de agua que se basa en prácticas ancestrales —sistema donde no se utiliza tubería, sino solo la apertura de pequeñas zanjas—.
Rodrigo Recinos, agricultor, refirió que abastecen mercados nacionales e internacionales con cebollines, cebollas, cilantro, perejil y puerro.
El campesino Pablo Morales, de El Tablón, Sololá, refirió: “Tenemos suficiente experiencia en nuestro trabajo, y ahora entregamos 450 cajas de cebolla y cebollines, y la demanda está creciendo, porque cuando empezamos entregábamos de 70 a 80 cajas”.
Recursos propios
La promotora Paula González indicó: “El papel que estoy desarrollando en mi comunidad es promover acciones que ayuden a las familias a contar con recursos para su alimentación, y también para que puedan contar con ingresos propios”.
Dijo que con los recursos económicos las familias podrán atender otras necesidades de importancia como la educación y la salud; aunque también se trabaja en la producción y uso de la medicina natural.
Sofía Saloj, artesana de Chaquijyá, afirmó que trabajan con todo tipo de tejidos como manteles, chalinas, bufandas, sutes con colorantes naturales, y otros productos textiles.
Agregó que actualmente cuentan con ocho telares de pie, y sus artículos no solo los distribuyen en el país, sino en Europa y Canadá.
El técnico comunitario Víctor Tun, de la oficina de Fomento Económico, refirió que es el encargado de capacitar a los comunitarios, procesar formación, coordinar contratos con empresas guatemaltecas para exportaciones, organizaciones, exposiciones de productos, ferias artesanales o agrícolas, entre otras actividades para el desarrollo de las microempresas.