Pasadas las horas, se registraban las primeras cifras de fallecidos, desaparecidos y heridos.
Luis Quiejú, uno de los sobrevivientes, relató que a la fecha no se tiene una cantidad exacta de víctimas, porque el rescate de cadáveres fue dificultoso y muchos fueron arrastrados hasta el Lago de Atitlán.
Diego Chávez Mendoza, vecino, relató que la aldea desapareció y solo quedó el Centro de Administración de Justicia, que recién se había inaugurado.
Con el propósito de recordar a las víctimas de este fenómeno, el sacerdote José Rolando Cumes ofició ayer una misa, a las 7 horas, en el cementerio de la aldea.
Unas 108 familias de la comunidad 5 de Octubre Regalo de Dios Sector San Lorenzo, Tecpán Guatemala, Chimaltenango, creada después del Stan, señalaron que no cuentan con escrituras de los terrenos que les dieron, por lo que temen que sean desalojados.
También se recuerda con dolor en San Marcos, principalmente en la aldea Piedra Grande, los cantones Dolores y Los Coyotes, y el caserío Ojo de Agua, donde murieron 70 personas.