Catarina Ixmatá, una de las manifestantes, explicó que el descontento se debe a que el programa solo ha beneficiado a personas allegadas al alcalde.
Según testigos, las mujeres, al no ser atendidas por el jefe edil, ingresaron en la Municipalidad, donde también funciona la oficina del Mides, y quebraron vidrios, muebles, barandas y rompieron los documentos del registro de los beneficiados con el bono.
Diferencias
Los descontentos aseguraron que el problema se deriva de las diferencias políticas, ya que al menos 600 personas quedaron fuera del programa, por pertenecer a otro partido político.
María Sohom, una de las manifestantes, expresó: “El descontento es porque solo se beneficia a una parte de la población, y todos necesitamos el beneficio del programa”.
El Ministerio Público evaluó los daños en el edificio, para emprender la investigación respectiva.
Roberto Tambriz, vecino del lugar, opina que esa situación daña la imagen del municipio.
El edificio permaneció cerrado ayer y, según un empleado, hoy se reanudaría la atención.
Se trató de obtener la versión del alcalde Manuel de Jesús Tahay Gómez, pero no respondió su teléfono celular.