En un recorrido que hizo Prensa Libre, desde Totonicapán a Quiché, se comprobó que en los kilómetros 4.5 y 10 habían derrumbes que cubrían gran parte del pavimento.
Edwin López, un conductor, expuso: “Todo el tramo es propenso a deslizamientos y por ello la ruta se pone resbalosa, por eso los vehículos se van a las cunetas”.
pavimento dañado
La zona más peligrosa está en el kilómetro 8, en donde, aparte de los derrumbes, un río que pasa por el lugar socavó gran parte del terreno e hizo ceder un carril de la vía.
El área se ha tornado peligrosa, especialmente para los vehículos pesados, puesto que la carretera pudiera caer por completo.
Alejandro Maldonado, otro conductor, comentó que el trayecto está intransitable y que ninguna autoridad hace nada para arreglar los daños y limpiar los derrumbes.
El gobernador Departamental, Augusto Tzunún, explicó que ya se coordinó con la empresa responsable de este proyecto, y esta se comprometió a mantener la vía libre de derrumbes y entregar el trabajo en buen estado.
Líderes de los 48 cantones de Totonicapán se oponen a que las autoridades reciban la obra tal y como está, puesto que la compañía no ha cumplido con terminar el trabajo como debe ser.