“Los hongos ostra no necesitan de mucho cuidado y pueden sustituir la carnes, porque son ricos en proteínas. Las familias de escasos recursos económicos pueden cultivar esta especie y con ello mejorar su alimentación, reduciendo así las probabilidades de que los niños sufran desnutrición”, explicó.
Ordóñez agregó que otro de los beneficios que ofrece el proyecto es que las familias vendan parte de las cosechas, para obtener ingresos económicos.
El docente destacó que otro de los beneficios es que cuando los jóvenes egresen de la universidad puedan impulsar proyectos similares con familias de sus comunidades y mejorar la seguridad alimentaria en ese departamento.
La estudiante Gabriela Socop calificó de positivo el curso, porque los conocimientos que adquieren tienen un impacto positivo en el desarrollo humano.
“Es sabido que Totonicapán es uno de los departamentos con mayor índice de desnutrición y con este curso ayudamos a la reducción de este mal”, afirmó.
El ciclo de producción, desde la semilla hasta la cosecha, tarda dos meses. Se inicia en el área de incubación de semilla, que tarda entre 20 y 25 días; después pasa por el área de incubación de “pastel”, hecho de paja, por 30 días, y luego comienza la producción.