BBC NEWS MUNDO

Por qué en el futbol inglés se dan los resultados más sorpresivos del mundo

En Inglaterra se conoce como la magia de la Copa FA, torneo que en sus casi 150 años de existencia presenció este fin de semana un hechizo que jamás había visto.

Una noche mágica. Los aficionados de Lincoln y Sutton no dejan de soñar con el trofeo que durante años fue el de mayor prestigio en Inglaterra. (Getty Images)

Una noche mágica. Los aficionados de Lincoln y Sutton no dejan de soñar con el trofeo que durante años fue el de mayor prestigio en Inglaterra. (Getty Images)

Por primera vez desde que se instauró el sistema de ligas en 1888 que hay dos clubes que no pertenece a ninguna de las cuatro divisiones del futbol profesional clasificados a los octavos de final del torneo de fútbol más antiguo del planeta.

Se tratan del Lincoln City, líder del campeonato conocido como la Conference League, y el Sutton United, 16º en la tabla en la misma categoría.

Mientras los primeros sorprendieron al flamante líder de la Championship, el Brighton & Hove, derrotándolo 3-1, el Sutton dio cuenta 2-1 del histórico Leeds United, también de la segunda división del futbol inglés.

A esto se suma la inesperada victoria 2-1 del Wolverhampton Wanderers en el campo del Liverpool y la goleada 3-0 del Oxford United sobre Newcastle.

De los 17 equipos que todavía están en carrera, más de la mitad son de categorías inferiores a la Liga Premier lo que refleja lo impredecible que resulta el futbol en Inglaterra, que además de la Copa FA el año pasado fue testigo de una de las mayores sorpresas del deporte con el título del Leicester City.

De hecho, los actuales campeones de la Premier estuvieron a cinco minutos de quedar eliminados ante el Derby, pero un gol de su capitán Wes Morgan empató el partido a dos y forzó la disputa de un partido de repetición.

Estos sorpresivos resultados confirman un hecho que se suele dar mucho más a menudo en el futbol inglés, en el que clubes de mucha menos categoría son capaces de convertirse en matagigantes por un día.

Tendencia

Lo que hace especial a la Copa de la Asociación Inglesa de fútbol, o Copa FA, es que se trata de un torneo en el que participan lo más de 700 clubes que se encuentran federados, sean profesionales o de aficionados.

Hay seis rondas de clasificación y ocho eliminatorias del torneo propiamente dicho, incluyendo la final que se disputa en el estadio de Wembley, en Londres.

En el formato no hay cabezas de serie, por lo que cualquier club se puede enfrentar a otro, aunque los 92 clubes profesionales que pertenecen al sistema de ligas se incorporan al torneo después de la fase de clasificación.

Históricamente ha sido la llamada tercera ronda la que ha ofrecido las mayores sorpresas ya que es allí donde comienzan a jugar los clubes de las dos principales categorías de la pirámide del fútbol, que actualmente corresponden a la Liga Premier y a la Championship.

Pero en los últimos años es la cuarta ronda, o lo que vienen a ser los dieciseisavos de final, la que se ha convertido en tendencia.

Si este año se habla del surgimiento de Lincoln y Sutton, hace dos años el Bradford fue protagonista de la “mayor sorpresa de todos los tiempos” al eliminar al Chelsea en Stamford Bridge después de remontar dos goles.

El técnico del Chelsea, Jose Mourinho, reconoció en ese momento que se sentía “avergonzado” de que un club de tercera división venciera al líder de la Liga Premier, torneo en el que se proclamó campeón al final de la temporada 2014-2015.

La leyenda de la portería del conjunto azul y que ahora defiende al Arsenal, el checo Petr Cech, resaltó lo “especial” de la Copa FA y sus “momentos mágicos”.

“Lastimosamente, después de 10 años, estoy en el lado equivocado de ese mágico momento”.

Ese fin de semana también fueron eliminados Manchester City -por un Middlesbrough de segunda división-, Southampton y Tottenham.

¿Por qué?

La primera razón es lo aleatorio del sorteo, que puede hacer que los clubes más poderosos del país como Manchester United, Arsenal, Chelsea o Liverpool tengan que ir a jugar a campos con capacidad para menos de 5.000 personas.

Es un cambio que resulta drástico para profesionales que se desempeñan en los mejores terrenos de juego y que se ven expuestos a las irregularidades de campos donde el balón suele comportarse de manera inesperada.

Otro punto es que se disputa a encuentro único -en caso de empate se juega un partido de repetición- y en 90 minutos hay más probabilidades de conseguir un resultado sorpresivo que en el formato de ida y vuelta que hay en otros torneos.

Al ser a un partido puede haber otros factores que incidan en el desarrollo del juego como el clima -la tercera y cuarta ronda se juegan en enero, en pleno invierno- y el aliento de la afición, sea de local o de visitante.

A diferencia de los partidos de liga los hinchas tienen acceso a un enorme sector del estadio cuando su equipo juega de visita, llegando a ocupar hasta 10.000 asientos en los estadios con mayor capacidad.

El exigente calendario de partidos entre diciembre y enero también es un elemento que influye ya que los clubes tienen que disputar un mínimo de ocho partidos en un mes, pero en caso de partidos de repetición y otros compromisos pueden extenderse hasta a 11.

Allí es donde entran a jugar las prioridades de los equipos, que suelen hacer rotaciones a sus plantilla de jugadores.

Equipos como Brighton y Leeds realizaron hasta nueve cambios en el once titular que salió al campo con respecto al partido anterior.

Muchos analistas consideran que esa medida es una falta de respeto para un torneo con tanta tradición, pero ese número de modificaciones fue similar a la que hubo en otros equipos que si avanzaron como Arsenal o Chelsea.

Al fin de cuentas, los considerados suplentes de un equipo de la Premier o Championship siguen siendo jugadores profesionales que forman parte de una élite y que en nueve de cada 10 juegos no deberían tener problemas si se enfrentan a clubes de divisiones inferiores.

Pero en el futbol inglés no siempre se da esta lógica y es allí donde radica la magia de la que todos hablan y que mantiene hechizados a los aficionados desde finales del siglo XIX.

ESCRITO POR: