Pero la edición de este año fue pospuesta a octubre debido al sismo del 25 de abril que mató a casi 8.900 personas y provocó una avalancha mortal para 18 alpinistas y acompañantes en el campo base del Everest.
“Decidimos no anular la carrera puesto que queríamos enviar un mensaje positivo sobre Nepal al mundo entero y participar en el relanzamiento del turismo”, dijo el organizador Shijar Pandey.
Cincuenta y cuatro corredores, la mitad nepalíes y la otra extranjeros – de Reino Unido, Estados Unidos, Israel, Polonia y Australia – se presentaron en el punto de partida.
Partieron desde el campo base del Everest, a 5.364 metros, y corrieron por los senderos nevados, hasta la línea de llegada en la ciudad de Namshe Bazaar, a 2.000 metros más abajo.
Un soldado nepalí, Bhim Gurung, ganó la carrera en 4 horas 1 minuto y 54 segundos.
“Una carrera a esta altitud es muy difícil. Estoy muy feliz de haber llegado el primero”, dijo el ganador.
El aire del campo de base contiene la mitad de oxígeno que a nivel del mar, lo que dificulta la respiración a muchos corredores.
Pese a la caída de las inscripciones para el maratón – habitualmente unas 150 -, los organizadores se mostraron satisfechos.