“El gobierno de Chile y la Dirección del Dakar han evaluado los últimos acontecimientos que azotaron al norte del país, situación que gatilló la determinación de no participar en el Rally 2016”, señala la nota oficial del Ministerio.
La ministra del Deporte, Natalia Riffo, dijo que la decisión fue tomada en conjunto entre el gobierno y Amaury Sports Organisation (ASO), la entidad francesa que organiza la prueba.
Riffo señaló que la determinación “se ajusta a la realidad que viven hoy nuestros compatriotas del norte. Por consiguiente, nuestra preocupación inmediata como gobierno es levantar las ciudades afectadas y encausar los recursos hacia la gente que más lo necesita”.
Agregó que también influyó el problema de conectividad vial que hay entre varias ciudades del norte y recordó que el rally no sólo implica la inversión de recursos por parte del gobierno, sino también el pago a funcionarios estatales y la participación de instituciones que están centradas y seguirán preocupadas de la difícil reconstrucción.
Riffo no descartó que la prueba pueda volver a suelo chileno en 2017. “Nosotros tenemos las puertas abiertas”, declaró.
Etienne Lavigne, director del Dakar, dijo comprender la situación que afecta al norte chileno y precisó que “que evaluaremos la participación en el rally de 2017, tal como lo hemos hecho con cada una de las versiones anteriores.
Copiapó, una de las principales ciudades del norte chileno y por donde pasó la carrera el año pasado, fue una de las zonas afectadas por los aluviones.
El Rally Dakar se realiza en Sudamérica desde 2009, tras descartarse la ruta por Africa por problemas de seguridad, y en 2015 pasó por Argentina, Chile y Bolivia.
Este año, ASO rebajó a cuatro millones de dólares la inversión chilena por causa del terremoto que el 1 de abril de 2014 asoló a ciudades del extremo norte, como Iquique y Arica, donde sólo cerca de un tercio de las estructuras afectadas se han reconstruido.