Quejas y declaraciones
Tres semanas antes de la largada de la quinta edición de la carrera sudamericana, el 5 de enero en Lima, el director del Museo Paleontológico Mayer Lehninger, Klaus Hunninger, situado en la misma capital de Perú, acusó a la prueba de haber causado el año último un daño irreparable en el desierto de Ica, donde se encuentra el mayor cementerio del mundo de fósiles del período del Mioceno.
Carlos Vildoso, director del Instituto Peruano de Paleontología, hizo unas acusaciones parecidas, pero después se retractó en una carta a la organización de la carrera, asegurando que sus palabras eran valoraciones “totalmente personales”.
Una treintena de personas en vehículos 4×4 tienen como misión vigilar la protección ambiental y la recogida de residuos al final de cada etapa.
“Además, este año, una ONG peruana, Eco Playa, ha puesto a su disposición a sus 200 voluntarios para ayudar a limpiar los restos dejados por los espectadores”, agregó el organizador.
Lavigne, hombre de carácter enérgico que estuvo en la Infantería de Marina, también se ha marcado como objetivo borrar la imagen del Rally en su versión africana, con accidentes en los que murieron más de 50 personas —20 de ellos espectadores— en 30 años.