El próximo combate entre ambos sobre un cuadrilátero de boxeo podría generar ganancias estratosféricas al ofrecerse mediante la televisión en la modalidad de “pago por ver”. Si se les hubiera ocurrido el “pago por vulgaridad”, bien podrían haberse embolsado ya algunos millones de dólares, incluso antes del pleito del próximo 26 de agosto.
Todos los dimes y diretes, junto con la actuación de un DJ y del rapero Doug E. Fresh encendieron el ánimo de 13 mil 165 espectadores…. en una conferencia de prensa.
“Si esto es siquiera una conferencia de prensa, hay un poco de hostigamiento”, reconoció McGregor, quien cumple 29 años esta viernes.
El astro irlandés de las artes marciales mixtas caminó por la alfombra roja dentro del Barclays Center con pantalones que llevaban un estampado floral. No llevaba camisa, y complementó el atuendo con gafas oscuras y un abrigo de visón que compró por la mañana en la Quinta Avenida.
McGregor y Mayweather Jr podrían obtener ganancias cercanas a los US$100 millones. Lo intentarán con esta fórmula: cobrar US$100 a los espectadores que quieran mirar la pelea entre ambos mediante la TV de alta definición.
Y aquéllos fanáticos que deseen entrar a la arena para presenciar el combate no podrán hacerlo por menos de US$500 dólares, si tienen suerte de conseguir un boleto. Pero en Nueva York, donde una entrada para ver la comedia musical “” cuesta lo que muchas personas pagan por el alquiler mensual de su vivienda, es posible todavía encontrar una ganga, incluso en el mundo del boxeo.
Los organizadores de la pelea han ofrecido a los interesados un precio increíble —más bien gratuito— por un espectáculo de una semana: la guerra de alardes y declaraciones entre Mayweather y McGregor.
No es un show para oídos castos. McGregor, el astro irlandés de las artes marciales mixtas, y Mayweather, el púgil que se retiró como monarca invicto y ha vuelto en busca de más millones, han recurrido a una amplia variedad de palabras soeces durante la gira promocional que hizo el jueves una escala en el Barclays.
Los fanáticos hicieron fila frente a la casa de los Nets de Brooklyn desde horas antes de que se permitiera el ingreso en el recinto. Algunos llevaban prendas con las siglas TMT (The Money Team o el equipo de “Money“, como se apoda con razón a Mayweather) . Otros iban arropados en la bandera de Irlanda.
Unos y otros esperaron pacientes el comienzo de la batalla de insultos, a semanas de que ésta se convierta en un duelo a puñetazos.
Jon McFaul, de 28 años, ordenó uno de los boletos mediante internet en cuanto éstos estuvieron disponibles. McFaul y sus amigos se presentaron al mediodía, en busca de la oportunidad de ser los primeros en entrar por la puerta.
McFaul, seguidor de McGregor, dijo que mirará la pelea con sus amigos. Entre todos se dividirán el pago de US$99,95 para obtener la transmisión. “Se está enfrentando lo mejor de dos mundos”, destacó. “Pero pienso que la conferencia de prensa va a ser mejor que la propia pelea” .
Los boletos se ofrecieron sin costo, y había unos cuantos en la taquilla unas cinco horas antes de la conferencia. Pero 30 minutos después, los empleados de seguridad ordenaron que los fanáticos que estaban en la fila se marcharan, al informar que las entradas se habían agotado.
A los seguidores decepcionados no les quedó otro remedio que mirar en internet el duelo de vulgaridades. Otra opción era pagar. En el sitio de eBay se ofrecieron boletos de US$50 para la conferencia en Brooklyn. Para la última parada, en Londres, ya había entradas de US$80.
“Vender boletos para una conferencia de prensa es algo sucio” , opinó el presidente de la UFC, Dana White. “No puedes vender entradas para esto” .
La gira concluye el viernes, con la visita a Londres. Será la cuarta conferencia y, en una de ésas, podría resultar que la promoción tenga más episodios que el combate mismo en la división superwelter. Muchos expertos consideran que Mayweather se llevará rápido la victoria.
Pero por ahora, el público encuentra que los desplantes de los dos gladiadores son tan entretenidos como cualquier puesta en escena de Broadway.
Observa la presentación en Londres: