Deporte Internacional

Murphy, un MVP inesperado, que mantuvo en Chicago “La Maldición de la Cabra” 

Los Mets de Nueva York tuvieron que esperar 15 años antes de poder volver a la Serie Mundial del béisbol de las Grandes Ligas y lo hicieron por el gran pitcheo que han presentado durante toda la fase final y sobre todo por tener al bate más explosivo en el segunda base Daniel Murphy, el nuevo Jugador Más Valioso de la Serie de Campeonato de la Liga Nacional.

Daniel Murphy recibe el trofeo de Jugador Más Valioso del Campeonato de la Liga Nacional 2015. (Foto Prensa Libre: AFP)

Daniel Murphy recibe el trofeo de Jugador Más Valioso del Campeonato de la Liga Nacional 2015. (Foto Prensa Libre: AFP)

Murphy, que no tiene seguro si continuará la próxima temporada con los Mets, tampoco pudo explicar cual ha sido la clave de su inspiración con el bate y que a sus 30 años, siete de ellos como profesional, ya ha logrado el gran sueño de estar en la Serie Mundial.

“Tengo que ser honesto y decir que soy el primer sorprendido por la manera como le he pegado hasta ahora a la pelota”, declaró Murphy después que los Mets venciesen por 8-3 a los Cachorros de Chicago y barriesen 4-0 al serie al mejor de ocho del Viejo Circuito. “Lo que si puedo decir es que todo es genial y vivir este momento algo único”.

Murphy, que pegó cuatro imparables en cinco turnos, piso dos veces la registradora y también produjo otras dos carreras, se mantuvo inspirado con el bate al pegar jonrón en el octavo episodio y estableció una nueva marca en las Grandes Ligas.

El segunda base de los Mets, llegó a los seis partidos consecutivos con un cuadrangular en una sola fase final, lo que le permitió superar al puertorriqueño Carlos Beltrán, que conectó jonrón en cinco juegos consecutivos en la fase final del 2005 cuando estaba con los Astros de Houston.

“Es genial. Creo, y aún más como he dicho, que cada uno de esos jonrones casi nos ayudaron a ganar un partido”, declaró Murphy después de haber recibido el premio de MVP del Viejo Circuito.

Pero insistió que no podía explicar el poder de su efectividad con el bate.

“De cara a la fase final, donde las carreras son valiosas, las que he aportado han ayudado al equipo, aunque no puedo explicar por qué las bolas continuaron saliendo del estadio, pero (así fue). Y continuamos ganando partidos, que es la parte más importante y la parte más genial”, valoró Murphy, que también ha jugado buena defensa a diferencia de lo que le sucedía durante la liga.

Murphy durante la serie contra los Cachorros tuvo .529 (17 de 9) de promedio de bateo, al conectar cuatro jonrones y produjo seis carreras.

Los Mets eligieron a Murphy en la decimotercera ronda del sorteo de novatos en 2006 y debutó en 2008, sin que hasta ahora hubiese tenido una gran producción, pero por lo hecho con el bate ya se ha ganado también el apodo de ser el nuevo “Señor Octubre” , en recuerdo a lo que hacía Reggie Jackson cuando llegaba la recta final de la competición.

Murphy, primero ante los Dodgers de Los ngeles en la Serie de División y ahora ante los Cachorros tuvo 33 turnos al bate con 16 imparables, incluidos siete que fueron jonrones, algo de lo que el mismo pelotero está sorprendido.

“He hablado acerca de eso con (el entrenador de bateo) Kevin Long”, afirmó. “Sólo es una bendición ser capaz de contribuir a lo que hemos sido capaces de hacer. Realmente no lo puedo explicar. Es una bendición completa y es de la única forma que lo puedo expresar”.

Al margen de cual sea la clave de tanta inspiración y eficacia con el bate, Murphy se unió al legendario Lou Gehrig como el segundo jugador en la historia de los playoffs de las Grandes Ligas que pega de hit, anota y produce carrera siete partidos de la fase final.

Mientras que la cruz de la moneda volvieron a ser los Cachorros que siguen con la “maldición”  de la cabra de no ganar una Serie Mundial en 107 años.

Cierto que no eran los favoritos a luchar por el banderín de la Nacional, pero en el campo de juego ante los Cardenales de San Luis fueron claramente los mejores.

Sin embargo, ante los Mets, la historia ya fue muy distinta porque su pitcheo no tuvo solidez ni el bate tampoco surgió en los momentos oportunos.

Lo irónico para los Cachorros es que durante la temporada regular habían barrido la serie ante los Mets por marca de 7-0, y de ahí el volver a tener que pensar en la “Maldición de la Cabra”, que de acuerdo a la leyenda existe contra el equipo de Chicago desde la Serie Mundial de 1945.

Los Cachorros estaban arriba 2-1 en la serie, el aficionado Billy Sianis compró dos entradas para el cuarto juego, una para él y para su cabra.

Pese a que a Sianis le permitieron entrar su animal al parque, posteriormente el dueño de los Cachorros, Philip K. Wrigley, ordenó que la cabra fuera sacada por el mal olor que despedía, muy probablemente después de la queja de los que estaban sentados cerca.

Mientras abandonaba el estadio, Mister Sianis gritó, molesto por la situación, que “los Cachorros no ganarán más”. Y sus palabras fueron proféticas en esa serie, pero lo han sido también por el resto de los años.

Chicago pudo ganar el sexto partido que le permitió empatar a 3-3 la serie, pero perdió el séptimo decisivo ante los Tigres de Detroit y jamás ha regresado a una Serie Mundial desde entonces. 

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